Vicepresidenta española agradece el papel de la Iglesia para paliar la crisis

  • La vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya Saenz de Santamaría, dijo hoy en Roma que el Ejecutivo español es consciente y está agradecido "por el papel que las instituciones de la Iglesia están llevando a cabo en nuestro país, para ayudar a paliar los efectos de la crisis económica".

Roma, 6 oct.- La vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya Saenz de Santamaría, dijo hoy en Roma que el Ejecutivo español es consciente y está agradecido "por el papel que las instituciones de la Iglesia están llevando a cabo en nuestro país, para ayudar a paliar los efectos de la crisis económica".

Saenz de Santamaría, que viajó a Roma para asistir mañana en el Vaticano a la proclamación del español san Juan de Ávila como doctor de la Iglesia, recordó en la embajada de España ante Vaticano que las relaciones diplomáticas entre ambos Estados se remontan al año 1622.

"Sin tener en cuenta estas relaciones resultaría difícil entender gran parte de nuestra historia e incluso la de buena parte del mundo", señaló.

Subrayó la "gran trascendencia" que para el Gobierno de España tiene la relación con la Santa Sede.

Saenz de Santamaría afirmó reconocer el significativo peso del Vaticano en materia de política internacional.

"Pero, además, somos conscientes y estamos agradecidos por el papel que las instituciones de la Iglesia están llevando a cabo en nuestro país, para ayudar a paliar los efectos de la crisis económica, que tanto están afectando a los sectores menos favorecidos de la población", sostuvo.

Este mismo jueves -aseveró la vicepresidenta-, la Conferencia Episcopal Española realizó una nueva declaración, apelando precisamente a la solidaridad, ante la gravedad de la crisis.

"Una reflexión para agradecer y estimular lo que significa la caridad efectiva, la que trasciende de las palabras a los hechos", indicó.

Para Saenz de Santamaría se trata de un mensaje de aliento para el esfuerzo y la serenidad que resultan necesarios "para hacer frente a las dificultades sin perder de vista el interés general, el bien común que nos une y la riqueza que nos brinda la diversidad de nuestro país".

Una llamada, en definitiva -dijo-, a la esperanza, "a la voluntad de salir adelante, a no ceder al cansancio para volver a empezar en los caminos de nuestra propia historia".

También indicó que la proclamación de san Juan de Ávila, patrono del clero secular español que será nombrado mañana por el papa en el Vaticano doctor de la Iglesia, "viene a reconocer su maestría como predicador, su sabiduría en el estudio y su cercanía a los corazones en la oratoria; predicaba la palabra, como él mismo decía, 'leyéndola, hablándola, obrándola'".

La vicepresidenta del Gobierno de España rememoró que san Juan de Ávila se une, así, en este reconocimiento, a otros tres españoles, santa Teresa de Ávila, san Isidoro de Sevilla y san Juan de la Cruz.

"Y los españoles podemos compartir, más que nunca, un legítimo orgullo", afirmó.

Para la vicepresidenta, aunar voluntades y ánimo es el mejor modo de superar cualquier dificultad.

"Y las dificultades son ahora lo suficientemente importantes, como para merecer -como reitera la Declaración de la Conferencia Episcopal y ha señalado en otras ocasiones- 'la mayor solidaridad entre los pueblos de España, por caminos de un diálogo honesto y generoso, salvaguardando los bienes comunes'", concluyó.

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