Un complejo de 19 viviendas

Vivir en Villanarco: coches de 100.000€ y solicitar el paro o las ayudas escolares

La Guardia Civil ha detenido a 71 personas en el Campo de Gibraltar acusadas de blanquear 35 millones del narcotráfico. Los registros en esta urbanización de El Zabal es un golpe a los reyes del Estrecho.

Operación Domus de la Guardia Civil
Operación Domus de la Guardia Civil
Guardia Civil

Cada semana hablamos de una o dos operaciones de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado contra el narcotráfico en el Campo de Gibraltar. En el último mes la Guardia Civil va ganando el pulso a familias como 'Los Pantoja', que cogieron el testigo del Messi -huído-, 'Los Castaña', 'los Futbolistas', 'Los Mauro' o Kiko 'El Fuerte', todos vecinos de la urbanización conocida como 'Villanarco' en la que 19 personas fueron detenidas en el marco de la mayor operación contra el blanqueo de dinero procedente del tráfico de drogas y cuyo número de detenciones en toda la Línea asciende ya a 71. Dichas viviendas no se encuentran inscritas o registradas , pudiéndose valer de empresas pantallas para ocultar la verdadera titularidad de las mismas, siendo todas de un alto valor económico. En ellas coches de lujo con todo tipo de extras que contrastan con las ayudas sociales que solicitan estos vecinos para cobrar el paro o ayudas escolares. Poco a poco van viendo la luz nuevos datos de cómo cayó el refugio de los jefes del Estrecho. 

Todas con piscina y jacuzzi, mucho oro y lujo por todas partes, habitaciones enteras decoradas con objetos de grandes firmas, vestidores repletos con ropa y zapatos de marcas como Versace, Hermès, Yves Saint Laurent o Armani -algunas prendas con la etiqueta puesta-, joyas, garajes repletos de coches valorados algunos en 100.000 euros... Es lo que se encontraron los 450 agentes que asaltaron una urbanización rodeada por fuertes medidas de seguridad. Cada una de las 19 viviendas -hay 20 parcelas pero una no está construida- tiene altos muros y numerosas cámaras de vigilancia. Llama la atención de los agentes que en todas hay césped artificial, evitando así que nadie tenga que entrar en el recinto "para cuidar del jardín", aseguran a este medio. 

Tampoco pasa inadvertida la gran puerta de 1,20 metros de largo y 15 centímetros de grosor fabricada en acero que flanquea la entrada a este enclave parcelado hace años por otro supuesto traficante del hachís: Miguel 'el Chulo'. Allí se rodeó de ese jugador profesional de fútbol que llamaba la atención de los agentes por la forma que tenía de entrenar a los porteadores de los fardos una vez llega la embarcación a la arena "como si de un equipo de fútbol se tratara" y que dio pie al clan de 'los futbolistas'. Otro de los vecinos que llegó hasta la urbanización fue Polo, uno de los posibles pilotos de narcolanchas más experimentados y cotizados en el mundo del narcotráfico. En algún momento trabajó para otro de los vecinos, temido y respetado por los suyos y otros narcos por la violencia que empleaba: 'El fuerte'. Supo ocupar el sitio que poco a poco iban dejando 'Los Castañas', también con casa en 'Villanarco', según relatan a este diario. 

La investigación, que sigue abierta, se inició en otoño del 2018, cuando los investigadores pudieron constatar que en una urbanización de La Línea estaban residiendo la mayoría de los más importantes narcotraficantes de la zona. Cuando empezaron los registros a las siete de la mañana el total de operativos no entraron en todas las viviendas a la vez, pero ni eso hizo que se despertaran el resto de vecinos, acostumbrados a que los agentes irrumpan en sus viviendas.

Continuando con las investigaciones, se puso de manifiesto que estas viviendas al no tener una financiación externa, era incompatible su coste de construcción y mantenimiento con los ingresos y rentas declaradas por las actividades legales de sus moradores, siendo la mayoría de ellos los jefes de las principales organizaciones dedicadas al tráfico de hachís en la Línea y que en algún momento se apuntaban a cobrar ayudas sociales como el paro o ayudas para la escolarización. Fruto de la investigación, la Guardia Civil constató que el dinero blanqueado por los investigados es de 35.050.900 euros. Pero la investigación apunta a más sitio fuera de El Zabal y en total ya hay 43 personas investigadas, 150 vehículos intervenidos, valorados en más de un millón de euros, 60 inmuebles valorados en 16 millones de euros, bloqueado más de 200 cuentas bancarias e intervenidos 550.000 euros en efectivo. 

Todo un golpe al blanqueo del dinero procedente del narcotráfico que impide que una organización pueda volver a recomponerse. Y mientras, la Policía Nacional asestando otro golpe a las  redes que utilizan pesqueros para transportar hachís desde Marruecos con la detención de Pedro Maza, armador del pesquero Rúa Mar, que naufragó el pasado 23 de enero a unas siete millas de Tarifa con sus seis tripulantes a bordo, y a varios de sus familiares, en una operación contra las redes de narcotráfico en el Estrecho bautizada como Matraca y que movilizó a 200 policías. 

En la operación, los agentes han detenido también a un miembro los Pantoja, uno de los clanes más fuertes del tráfico de hachís en el Estrecho de Gibraltar, y también su líder, Jesús Heredia, alias Pantoja. Éste, considerado en la actualidad el capo más importante de la droga del Campo de Gibraltar, fue detenido por otra causa judicial el pasado 24 de mayo en una lujosa zona de Chiclana de la Frontera (Cádiz) en la que estaba con su familia. Había escapado un mes antes a una redada en la que cayó gran parte de su clan. En prisión, le ha sido notificado hoy que ahora también se le ha detenido por la operación Matraca.

Los investigadores trabajan con la hipótesis de que el Rúa Mar trabajaba para transportar a España hachís que, supuestamente, recogían desde otros barcos, para el clan de los Pantoja. Cuando naufragó, el Rúa Mar estaba siendo ya investigado dentro de la causa abierta por la Audiencia Nacional. El pesquero desapareció a las tres de la madrugada del pasado 23 de enero en aguas marroquíes, a unas siete millas de Tarifa, con sus seis tripulantes, dos de ellos tíos del armador y hermanos del presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras. La radio-baliza envió su señal GPS y dio la señal de socorro, pero el barco después desapareció en el agua, a 28 millas (unos 50 kilómetros) al oeste de Cabo Espartel.

Aquel día hubo temporal, por lo que se entendió que esta pudo ser la causa del naufragio del palangrero. Algunas fuentes cercanas a la investigación sospecharon que, al mal tiempo, se pudo unir que el pesquero podría llevar una carga de cerca de 3.000 kilos de hachís. El mar sólo devolvió los cuerpos de dos de los tripulantes: el del patrón, Antonio Javier Maza, de 52 años, tío del armador y que estaba en el barco junto con otro de sus hermanos (ambos a escasos días de jubilarse) y el del marinero peruano Óscar Maquera.

En un comunicado la Confederación Española de Pesca (CEPESCA) ha querido aclarar  que Pedro Maza, hasta ahora vicepresidente, presentó ayer su dimisión como consecuencia de la operación 'Matraca'. Aseguran que Maza, que también ha dimitido como presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAPE), ha tomado esta decisión para no menoscabar la reputación e imagen de ambas organizaciones, así como para poder centrarse en su defensa y el esclarecimiento de los hechos.

Cepesca, que ha agradecido a Maza la labor desarrollada por el armador durante los años que ostentó la vicepresidencia de la organización, manifiesta su compromiso de rechazar y condenar cualquier conducta delictiva y lamenta que algunas personas, relacionadas directa o indirectamente con el sector, enmascaren este tipo de supuestas acciones amparándose en una actividad, la pesquera, caracterizada por el esfuerzo y una conducta ejemplar, como ha quedado patente en numerosas ocasiones y ante situaciones adversas.

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