¿Vive o no el hijo de Evo Morales y su expareja? Sigue la novela en Bolivia

  • En un nuevo capítulo de la novela boliviana del momento, el gobierno aseguró el martes que el hijo del presidente Evo Morales, y su detenida expareja, está muerto, desmintiendo a la familia de la madre, mientras la Defensoría del Pueblo condenó la exposición de la situación del menor.

El caso Evo-Gabriela mantiene en vilo a los bolivianos, tras una cadena de versiones, denuncias y contradenuncias con alcance político que están complicando la imagen del presidente.

Hasta principios de febrero el país desconocía que Morales, soltero y de 56 años, tuvo hace unos diez años una relación con Gabriela Zapata, hoy de 28, simpatizante del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), y en los últimos años gerente de la firma china CAMC que se adjudicó contratos con el Estado boliviano por unos 560 millones de dólares.

La pregunta aún ronda en el país: ¿el hijo de Morales y Zapata vive? Mientras tanto Gabriela Zapata está detenida desde el viernes pasado bajo cargos de enriquecimiento ilícito y legitimación de ganancias ilícitas.

El incidente afectó la imagen del gobierno, que a la par confirmó que Zapata utilizaba oficinas del ministerio de la Presidencia -que son usadas por las esposas de los presidentes bolivianos- para contactar a empresarios.

La jefa de la unidad que administra esas oficinas, Cristina Choque, está detenida por haber facilitado su uso a Zapata, mientras que el Congreso debe indagar todos los contratos de la empresa china CAMC.

El escándalo le costó la derrota a Morales en el referendo donde buscaba luz verde para postular a un cuarto mandato consecutivo (2020-2025).

"Estamos absolutamente convencidos que, lamentablemente, ese niño ha fallecido", afirmó el martes en una rueda de prensa el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, quien ofició este martes de portavoz del mandatario, sin dar ningún dato para evidenciarlo.

"Conozco a ese niño, no ha muerto, lo he tenido en mis brazos", había aseverado el fin de semana la tía de Zapata, Pilar Guzmán, a medios locales, en medio de un polémica que ha golpeado la imagen del gobernante.

El ministro de Defensa también reveló que el presidente Morales solicitó a un juez del menor para que exija que en cinco días muestren al menor, salvaguardando la reserva y la privacidad.

"Se ha presentado un recurso ante el juez de la Niñez y Adolescencia que pide en un plazo de cinco días se pronuncie, en este caso la demandada o sus familiares, presentando al menor de edad", dijo Ferreira.

El pedido ante el juez es "para que acabe la duda, para que se disipe cualquier duda y se vea quién miente", acotó la autoridad.

Morales, quien tiene dos hijos (un hombre y una mujer), aseveró el lunes que quería criar al niño, si está vivo, y señaló sentirse contrariado con la versión que le dio tiempo atrás la madre de que el infante falleció.

Entre tanto, la Defensoría del Pueblo de Bolivia deploró el manejo que actores públicos y la misma sociedad hicieron de la relación entre el presidente y su expareja, así como a las recurrentes menciones a menores y al trato que recibió Gabriela Zapata de parte de la opinión pública.

Tanto oficialistas y opositores han tratado de usar diferentes estrategias sobre el polémico caso -unos para atacar al presidente y otros para defenderlo- mientras que la situación política puso en segundo plano la situación de Zapata, principalmente como madre.

"Deploramos que este caso refleje una vez más conductas que son recurrentes y cotidianas en una sociedad machista, adultista y patriarcal", expresó la Defensoría y condenó las declaraciones de todos los sectores que "hacen escarnio de la acusada en este caso, mostrando una actitud abiertamente patriarcal, misógina y violenta contra una mujer, por el hecho de serlo".

"Exigimos a las autoridades oficiosas y a los medios de comunicación que cesen en la utilización de una temática que sólo incumbe e interesa a la madre y al padre del niño", acotó la Defensoría.

"Lamentamos profundamente encontrarnos, una vez más, frente a la evidencia de que los temas en los que se ven involucrados niñas, niños y adolescentes en Bolivia, se traten de manera tan irresponsable, superficial e irrespetuosa", añadió en un comunicado.

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