La otra vuelta al cole: así son los colegios VIP donde van los hijos de las élites

  • Una veintena de colegios concentran a los hijos de las élites políticas, económicas, culturales o deportivas y les abren las puertas de todo el mundo.
La otra vuelta al cole: los colegios VIP de los hijos de las élites que mandarán
La otra vuelta al cole: los colegios VIP de los hijos de las élites que mandarán

Anna Sallés obtuvo, empatada con otras tres chicas, la mejor nota en la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) de toda Cataluña el pasado mes de junio con un 9,8. Anna estudiará una doble titulación en la Universidad Politécnica de Barcelona (UPB), Ingeniería Física e Industrial, aunque todavía no tiene claro su futuro. 

Anna, que con esas calificaciones será, sin duda, una de las líderes del futuro y formará parte de la élite intelectual de nuestro país, logró ser la número uno, pero no estudió en un sitio cualquiera. Lo hizo en el Aula Escola Europea, un centro privado y laico de Barcelona situado en el exclusivo barrio de Pedralbes, fundado en 1968 por el pedagogo Pere Ribera, en el que estudian 1.250 alumnos y donde cursar el bachillerato cuesta 1.000 euros mensuales y donde estudió, entre otros, el expresidente de la Generalitat, Artur Mas.

En Aula Escola no ocultan su carácter "elitista" y su vocación de formar a "líderes y dirigentes". Por sus aulas han pasado Claudia Creuheras, hija del actual presidente de Grupo Planeta, y en su consejo de administración han estado el propio Creuheras o su antecesor en Planeta, el ya fallecido José Manuel Lara Bosch. Actualmente, por ejemplo, los hijos de Josep María Bartomeu, presidente del F.C. Barcelona se educan allí.

A finales de los 80, la reina Letizia y el actual secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, coincidieron en las aulas del instituto público Ramiro de Maeztu. La 'casa' del Estudiantes. Hace apenas un curso, hasta que el dirigente socialista decidiera cambiar a sus dos descendientes a una escuela pública, Mariano y Juan Rajoy Fernández, hijos del actual Presidente del Gobierno; Ainhoa y Carlota, hijas de Pedro Sánchez; el hijo de la ministra de Empleo, Fátima Báñez; Cayetana Rivera Martínez de Irujo (nieta de las duquesa de Alba); Alfonso Álvarez Cascos; los hijos del ex ministro Eduardo Zaplana o los de José Blanco se juntaban en uno de los colegios más exclusivos de la capital, el British Council School. El mismo en el que en su día estudió la que fuera presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

El principal campo de deportes es un campo... de rugby; en la puerta del teatro del colegio se anuncia la actuación de la Young Shakespeare Company Macbeth; en el pasillo de secundaria hay varios laboratorios y entre sus paredes se oye hablar en inglés, sólo en inglés. No estamos en un colegio de los exclusivos barrios londinenses de Kensington o Chelsea. Es Pozuelo de Alarcón, Madrid, y los nombres de los alumnos dejan claro que los 26.000 metros cuadrados de esta escuela están en España. Casi puerta con puerta con los míticos estudios de Televisión Española en Prado del Rey.

Ahora, en 2017, en pleno siglo XXI, el principal objetivo del British Council Shool es "conectar" a "nuestros alumnos al mundo, a la empresa, a la economía, a la música, a la ciencia. Y que en esos campos, en los que elijan, sean los mejores". Gilliam Flaxman es la directora del británico, el único colegio del British Council, algo así como el Instituto Cervantes del Reino Unido, en todo el mundo. Una institución educativa fundada en 1940, que "proporciona no solo una educación, sino una experiencia de vida para niños y jóvenes".

Un modelo educativo basado en el English National Curriculum, que garantiza un alto nivel formativo. "Cuando terminan el colegio", sentencia Gilliam, "nuestros alumnos pueden ser capaces de hablar en cinco idiomas (español, inglés, francés, alemán y chino) y muchos de ellos consiguen plaza en las mejores universidades del Reino Unido, Estados Unidos y otros países", sentencia.

Loyality, flexibility, caring, reisilience and challenge (lealtad, flexibilidad, compañerismo, resiliencia y afán de superación) son los cinco valores que este centro educativo intenta promover como "valores clave" a sus alumnos que pagan entre 2.987 y 5.705 euros el trimestre.

San Patricio, British Council School, Liceo Francés, Santa María del Pilar, Nuestra Señora del Recuerdo, Colegio Estudio, Nuestra Señora del Pilar, Colegio Montserrat, San Ignacio de Loyola (los jesuítas de Sarriá), Colegio Alemán, Aula Escola Europea, American School (tanto en Madrid como en Barcelona), Benjamin Franklin... Los descendientes de las élites políticas, financieras, culturales o deportivas estudian, en fin, en menos de una decena de instituciones educativas de Madrid y Barcelona cuya mensualidad con el transporte, el comedor y las actividades extraescolares llega a los 1.000 euros.

El pasado mes de mayo, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y su esposa Elvira Fernández, asistían orgullosos en el British Council de Pozuelo a la graduación de su hijo mayor, Mariano, que finalizaba el bachillerato y, selectividad mediante, ponía rumbo a la universidad. A buen seguro que el actual inquilino de la Moncloa comprobaba con alivio, y también con satisfacción, cómo su hijo mayor salía del colegio superando una de las carencias que más han 'atormentado' al político gallego: no dominar el idioma de Shakespeare.

La poca atención a los idiomas ha sido, hasta hace unos años, probablemente la mayor carencia del sistema educativo español y los colegios a los envían a sus hijos las élites de la sociedad han sido y son pioneros en la enseñanza de lenguas foráneas. Destacan por eso y por un nivel académico alto, por encima de la media, con proyectos educativos innovadores, con una oferta gracias a la cual los alumnos pueden optar, además del bachillerato español, al internacional, al americano o al británico, lo que les abre las puertas de las principales universidades del mundo como Oxford, Cambridge, Harvard, el MIT de Massachussetts, Yale o UCLA. El lobby pilarista

Y es que, por ejemplo, la galería de retratos de antiguos alumnos del colegio Nuestra Señora del Pilar, de Madrid, impresiona. Un centro con más de 100 años de historia, regentado por los marianistas y que ahora es mixto y concertado en Infantil, Primaria y Secundaria. Por sus aulas pasaron Jaime Lissavetzky; Alfredo Pérez Rubalcaba; Javier Solana; su hermano Luis; Juan Villalonga; compañero de pupitre del que sería cuarto presidente de la democracia, José María Aznar; el popular Pío García Escudero, actual presidente del Senado; Rafael Arias Salgado; Guillermo de la Dehesa; el periodista y académico Luis María Anson, o los presidentes del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, y del Grupo Villar Mir, Juan Miguel Villar Mir. Y muchos de sus hijos y nietos también fueron alumnos del colegio del barrio de Salamanca de Madrid.

Hubo un momento en el que si no habías estudiado en el colegio del Pilar, no eras nadie. Algo parecido a lo que ocurría en la Barcelona de los setenta y ochenta con el colegio Alemán en el que estudiaron, entre otros, Jordi Pujol, Miquel Roca o Pasqual Maragall y varios de los hijos y nietos de éstos. El primer presidente de la democracia, Adolfo Suárez, por ejemplo, se sentía menospreciado y rechazado por las élites postfranquistas, lo confesaba el mismo, porque ni era 'pilarista' ni vivía en la exclusiva zona de en Puerta de Hierro.

Nuestra Señora del Recuerdo (Madrid) y San Ignacio de Loyola (Barcelona) son, como el Pilar, dos colegios concertados religiosos regentados, en ese caso, por los Jesuítas. Por sus aulas han pasado Alberto Ruiz Gallardón y sus hijos; Rodrigo Rato; los hijos de Aznar; el ex alcalde de Barcelona, Xavier Trías, o el presidente de Inditex, Pablo Isla. Al igual que por los pasillos del Liceo Francés (institución ideada por Napoleón Bonaparte para educar a las élites), tanto en Barcelona como en Madrid han correteado hijos de ex ministros como Moratinos o Barrionuevo o, hasta que la familia se fue a vivir primero a Estados Unidos y luego a Suiza, los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín.

En el colegio San Patricio, fundado en 1958, con sedes en Madrid y Toledo, estudian en la actualidad unos 2.400 niños y jóvenes de más de 1.000 familias. Por puntuación es el mejor colegio de la capital. Se trata de un centro privado católico, pero regentado por seglares y de enseñanza trilingüe (inglés, alemán y español) en el que el 89% de sus alumnos aprueba los exámenes oficiales del Cambridge Institute frente al 68% de aprobados de otros centros.

En él estudiaron en su día los hijos de la infanta Elena, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica, y muchos más tanto de la 'jet' como de la cúpula económica y empresarial del país.

Sonsoles Castellano, presidenta de la Fundación San Patricio se enorgullece de que su institución sea considerada la número uno de Madrid en materia educativa: "Idiomas, mente abierta, proyecto educativo novedoso, moderno y riguroso, que el alumno aprenda a pensar, a relacionarse, a innovar, huyendo de los dogmatismos, que tenga valores...".

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