Wert pide a las ccaa que no negocien “saliéndose de las reuniones porque así es muy difícil”

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, afirmó este martes que el Gobierno está dispuesto a negociar ciertos aspectos del proyecto de real decreto sobre las evaluaciones de final de Primaria, ESO y Bachillerato, aunque resulta “imposible” hacerlo con “quienes se niegan al diálogo”, dijo. Por ello, pidió a las comunidades contrarias a la norma que “no negocien saliéndose de las reuniones, porque así es muy difícil”.
Durante la sesión de control al Gobierno en el senado, Wert dijo que el Ejecutivo "evidentemente va a revisar lo que todavía no es un decreto", con los criterios que "le parezcan aceptables" de aquellos que participen en el diálogo.
Ahora bien, "evidentemente será imposible hacerlo con los criterios no expresados de quienes se niegan al diálogo”, agregó en referencia a las cinco comunidades autónomas que abandonaron la Conferencia Sectorial de Educación donde dicha norma se debatió hace una semana.
Wert respondió así a los senadores de CiU y del PNV, Ramón Alturo y Rut Martínez, respectivamente, que criticaron la invasión de competencias autonómicas que este real decreto supone.
Les pido que no negocien saliéndose de las reuniones, porque así es muy difícil”, dijo Wert para criticar “la salida abrupta" de la Conferencia Sectorial de Educación de los responsables de Andalucía, Cataluña, País Vasco, Canarias y Asturias.
LAS CRÍTICAS
Por su parte, Alturo exigió a Wert que retire el proyecto y permita que lo acometan las comunidades autónomas, y recalcó que las cinco autonomías disconformes “representan al 50% del alumnado”. También advirtió que estas evaluaciones supondrán crear listados de alumnos y centros y provocarán la desconfianza del profesorado y del alumnado. Tal y como están diseñadas, servirán para “controlar el currículum y no para la mejorar del sistema educativo”, destacó Alturo.
Por su parte, la senadora del Grupo Parlamentario Vasco justificó que las cinco comunidades se levantaran de la mesa porque "no les queda otro recurso que la pataleta", puesto que el Ministerio les ha despreciado “por activa y por pasiva, renunciando a considerarles interlocutores".
"Usted va a conseguir que estas pruebas sean reválidas” y que los profesores sean “meros vigilantes de las pruebas", afirmó Martínez, quien vio en el plante una “escenificación del malestar de la comunidad educativa”.