El 60% de los yemeníes se enfrentan a inseguridad alimentaria, un 20% más que en junio

  • Las provincias de Taiz y Hodeida son las que más cerca están de la hambruna
EUROPA PRESS

La inseguridad alimentaria sigue deteriorándose en Yemen, donde actualmente unos 17 millones de personas, el 60 por ciento de la población, tienen dificultades para encontrar alimentos y requieren ayuda humanitaria urgente, según el último análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), publicado este miércoles por las Naciones Unidas y sus socios humanitarios.

Esta cifra supone un 20 por ciento más de personas que cuando se realizó la anterior evaluación en el país el pasado mes de junio e incluye a unos 10,2 millones de personas que están en situación de crisis y unos 6,8 millones que están en situación de emergencia, a un paso de la hambruna.

Actualmente, 20 de las 22 gobernaciones del país se encuentran en fases de "emergencia" o de "crisis" de inseguridad alimentaria. En los casos concretos de Taiz y Hodeida, dos gobernaciones que comprenden casi una cuarta parte de la población del país, si no llega más ayuda corren el riesgo de caer en una situación de hambruna.

Estas dos provincias, tradicionalmente áreas productoras de alimentos y escenario de graves enfrentamientos durante los dos años de conflicto, son las que tienen las tasas más altas de malnutrición aguda global en el país, que van desde el 17 por ciento en la ciudad de Taiz hasta el 25 por ciento en Al Hodeida. El umbral de emergencia fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es del 15 por ciento.

Según el informe, el conflicto ha tenido un impacto devastador en la seguridad alimentaria y en los medios de subsistencia. Casi el 80 por ciento de los hogares en Yemen declaran estar ahora en peor situación económica que antes de la crisis.

El representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en el país, Stephen Anderson, ha resaltado que "la difícil situación actual de seguridad alimentaria y nutrición en Yemen requiere cuantiosos recursos financieros para permitir llevar de forma inmediata, adecuada y sostenida ayuda alimentaria, nutricional y de otro tipo a los más necesitados para evitar que caigan en la hambruna".

"También será fundamental un acceso sin restricciones a todas las áreas, incluso para la actividad comercial, para garantizar que la inseguridad alimentaria en el país no se deteriore aún más", ha agregado.

Por su parte, la representante del Fondo de la ONU para la Infancia, Meritxell Relaño, ha subrayado que el país está registrando "los niveles más altos de malnutrición aguda en su historia reciente".

"De los 2,2 millones de niños que la padecen, 462.000 sufren malnutrición aguda grave", ha precisado, explicando que estos niños tienen "un riesgo de morir diez veces más alto si no se trata a tiempo que un niño sano de su edad".

En este sentido, ha advertido de que "el conflicto en curso y la inseguridad alimentaria tendrán consecuencias a largo plazo en la salud y el desarrollo general de los niños en Yemen".

"El conflicto tiene un impacto devastador en los medios de subsistencia agrícolas. La producción agrícola y ganadera ha caído sensiblemente en comparación con los niveles previos a la crisis", ha destacado el representante de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Yemen, Salah Hajj Hassan.

"Es absolutamente esencial que la respuesta humanitaria incluya ayuda alimentaria y agrícola para salvar no sólo vidas, sino también los medios de subsistencia", ha reclamado.

Ante el panorama actual, la ONU ha reitarado su llamamiento a todas las partes en conflicto para que faciliten un acceso incondicional y permanente para que las organizaciones humanitarias puedan ampliar sus operaciones y atender las crecientes demandas de personas con una necesidad acuciante de ayuda.

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