Beirut, 20 mar.- El Estado Islámico de Irak y del Levante (EIIL) ha obligado a unos 600 civiles kurdos a abandonar las localidades donde residían en la provincia septentrional siria de Al Raqa, el principal bastión de los yihadistas en el país, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Estos kurdos, entre ellos mujeres y ancianos, han sido forzados a marcharse de los pueblos de Tal Ajdar, Tal Fandar y Al Yabisa y de la ciudad de Tal Abiad, en la frontera con Turquía.
Los extremistas islámicos capturaron, además, a decenas de kurdos de esas poblaciones, que liberaron poco después y a los que han dado de plazo hasta esta noche para abandonar la provincia de Al Raqa.
Según la ONG, en las últimas horas unos 540 kurdos han cruzado la frontera en dirección a Turquía y más de veinte se han trasladado a la zona de Ain Arab, también conocida como Kobani, en la provincia de Alepo (norte de Siria).
Los yihadistas han expropiado bienes de los kurdos, con el pretexto de que pertenecían a las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo.
Estos sucesos se producen en la víspera del Noruz, una fiesta de tradición zoroástrica con la que los kurdos conmemoran la llegada del solsticio de primavera y que en Irán marca el inicio del año.
Los choques entre los radicales y las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo son frecuentes en las zonas de mayoría kurda de Siria.
Los kurdos suponen el 9 por ciento de los habitantes de Siria y viven sobre todo en Al Hasaka y en las regiones de Afrin y Ain al Arab, en Alepo.
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