Yo también estuve en 'Al salir de clase'

  • 'Al salir de clase' fue una gran cantera de actores españoles hasta el punto que cuesta encontrar intérpretes de esa generación que no haya trabajado en al menos unos pocos capítulos. Antes redactora de lainformacion.com, Bárbara Lorenza fue una de esas actrices que tuvo en la famosa serie su primera oportunidad. Ésta es su experiencia.
Bárbara Lorenzana

Podemos encontrar a pocos actores españoles que no hayan pisado alguno de los diferentes platós en los que se grabó la teleserie Al salir de clase. Yo soy una de esas actrices que en un momento dado tuvimos la oportunidad. Y es que 1.199 capítulos dan para mucho.

Al salir de clase fue todo un experimento. A  mediados de los 90 las televisiones privadas acababan prácticamente de estrenar su andadura y todavía no se había popularizado la producción de series propias en España. La teleserie fue toda una novedad tanto por su formato, como por el contenido.

Sin embargo, la falta de experiencia y el hecho de tener que grabar un capítulo diario, o incluso más, provocaron que la serie, a pesar de ser una cantera de grandes profesionales, se caracterizase por un ambiente un poco caótico en el que muchas cuestiones se dejaban al azar.

En aquella época yo era una joven estudiante de arte dramático venida de provincias, como tantas otras, con grandes ganas de trabajar y de tener mi primera oportunidad, de hecho Al salir de clase fue una de mis primeras experiencias en el mundo televisivo.

Durante unas Navidades que disfrutaba junto a mi familia, mi representante me llamó, toda emocionada, para que regresase inmediatamente a Madrid (esta es una característica muy típica de esta profesión: puedes pasarte meses sin que nadie te llame para trabajar, pero en cuanto te vas de vacaciones siempre tienes que volver inmediatamente). La productora BocaBoca me había seleccionado para un casting para optar a un pequeño personaje de la teleserie, que entonces solo llevaba dos temporadas emitidas.

Me enviaron un texto que estudié y preparé muy meticulosamente, quería estar a la altura de las circunstancias. Pero de poco me sirvió. Alguien se equivocó y el texto que recibí por fax pertenecía a otra serie. Así que tuve que improvisar y cambiar todo lo había preparado. Hice lo que pude, pero lo cierto es que el casting me salió peor imposible. Cuando me llamaron para decirme que me habían dado el papel no me lo podía creer. Todavía recuerdo los saltos de alegría que daba por toda la casa.

No pude dormir ni una sola hora la noche anterior al primer día de rodaje, estaba absolutamente histérica. Me vinieron a recoger a las cinco de la mañana y el careto que sacaba era impresionante, menos mal que en maquillaje y peluquería siempre hay grandes profesionales que obran verdaderos milagros.

Mi personaje se llamaba Estrella y supuestamente era la enemiga de Miranda, una de las protagonistas de la serie, interpretada muy correctamente por Diana Palazón. La primera escena se desarrollaba en su casa y yo, muy digna, le decía a su compañera de piso que tuviera mucho cuidado con ella. La frase exacta era así: “Ten cuidado, Miranda es peligrosa”.

Lo cierto es que yo no tenía ni idea de si Miranda era peligrosa o no, así que, inocente de mí, me acerqué a preguntarle al director por las motivaciones de mi personaje (muy propio de una estudiante de teatro). Me miró con la cara con la que se mira a alguien que acaba de decir la mayor estupidez de su vida y me contestó que no tenía ni idea. Sólo le falto decir que además le resultaba del todo indiferente, supongo que mi personaje no significaba lo mismo para mí que para él.

Buscándole el lado más dramático decidí hacer de malvada y que todo fuese una gran mentira. Nunca supe si me había equivocado pues no me volvieron a llamar. Durante años pensé que el problema estaba en que no les había gustado mi interpretación, hasta que una noche en una fiesta mantuve una interesante conversación con un ex guionista de Al salir de clase (en la serie trabajaban unos siete guionistas a la vez y cada uno llevaba sus propias tramas).

Cuando supo que yo era la actriz que había interpretado a Estrella, me confesó que precisamente él había sido el creador de mi personaje, que efectivamente era malísima (ya lo sabía yo) y que justo el día que yo había ido a grabar por primera vez a él le habían dado su carta de despido y había abandonado la serie junto a algunos de sus personajes, incluido Estrella, el mío.

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