Madrid.- El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha insistido hoy en que "la clase política se hace cómplice" del aborto al dar "amparo legal a la eliminación de la vida inocente" y ha criticado la contradicción de la izquierda por apoyarlo y proclamarse abanderada de la causa de los débiles.
En declaraciones a Onda Cero, recogidas por EFE, Munilla se ha referido así a la aprobación ayer por el Congreso de los Diputados del proyecto de Ley del Aborto que comienza así su tramitación parlamentaria tras superar cinco enmiendas a la totalidad.
Tras señalar que hoy previsiblemente la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española se pronunciará sobre ello, Munilla ha insistido en que los obispos, "en declaraciones particulares", se han limitado a recordar que "la culpabilidad moral no recae sólo en quien realiza el aborto, en la mujer".
En este sentido, ha señalado que la izquierda que "tradicionalmente se dice a si misma abanderada de la causas pobres y débiles", no puede caer en la "contradicción de calificar de derecho la matanza de inocentes", ya que "no hay nadie más pobre y débil que el que es concebido y no nacido".
"Es más propio de una mentalidad o de una sensibilidad de la más rancia burguesía del siglo XIX, cuyo valor supremo es un bienestar pasando por el sufrimiento de los inocentes y los pobres", ha puntualizado el Obispo de San Sebastián.
Ha pedido que es necesario que eso se "desenmascare", porque esta "sociedad renuncia a los ideales, a los valores y supone la legitimación de la ley de la selva".
Munilla ha insistido en que "el mal tiene sus cómplices", que puede ser desde "el progenitor, que se desentiende del embarazo, el que habla del aborto en términos de bandera política, el que induce e incluso presiona en el seno de las familias, el empresario que hace un negocio con la muerte de los inocentes, o el personal sanitario que utiliza su sabiduría para quitar la vida".
El recién nombrado obispo de San Sebastián ha señalado que quiere entrar en esta diócesis con "calma" y "serenidad", y ha destacado que la buena relación que mantiene con el obispo saliente Juan María Uriarte, que "está a prueba de bomba", y ha recordado que ya le "ayudó muchísimo hace tres años" cuando fue nombrado obispo de Palencia.
Tras comentar que Uriarte es como un "padre" para él, ha señalado que le "hace gracia que se pretenda enfatizar las diferencias entre los obispos" porque él "no conoce otro colectivo más unido".
A juicio de Munilla cuando se habla de "luchas de poder dentro de la Conferencia Episcopal" se está hablando de "un escenario de ciencia ficción".
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