El esquema clásico invertir 60% en bolsa y 40% en bonos ha registrado un peor comportamiento en los dos últimos años debido a la escalada de los tipos de interés pero resurge ante su estancamiento y futuros recortes.
Héctor Chamizo
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El índice Hang Seng se desploma un 12% en el arranque de 2024, más del 6% el CSI continental, mientras que la referencia de la bolsa japonesa, Nikkei 225, escala casi un 10% y cotiza en máximos de más de 34 años.
La cotización de la plata en los mercados se mantiene estable en torno a los 20 dólares por onza desde 2020 pero se queda en un segundo plano frente al oro o el cobre en el apetito de los inversores.
La firma destaca la ligera descongestión en los puertos de la Costa Este de EEUU, en contraste con el repunte del 120% del precio de los contenedores en Shanghái, un alza inédita desde los cuellos de botella de la pandemia.
La estadística del 'Misery index' (inflación, desempleo) predice con éxito que el electorado recompensa al gobernante en el poder con condiciones favorables, en detrimento del aspirante, como ocurre en 2024.
El banco considera que el actual nivel de optimismo y flujos de entrada de fondos en bolsa pueden dar lugar a retrocesos si los niveles de inflación repuntan y las descontadas rebajas de tipos no terminan de llegar.
Las bolsas estadounidenses siguen guiadas por el tamaño billonario de algunos de sus componentes que hasta ahora han mostrado un buen comportamiento pero pueden lastrar a los índices si retroceden.
Los préstamos hipotecarios crecen en el arranque de 2024 en medio de las crecientes expectativas de recortes de tipos de interés de la Fed, pese a las advertencias del banco central de que tardarán en llegar las rebajas.
Los mercados afrontan un escenario de desaceleración económica en el que el valor diferencial se encuentra en los sectores de corte defensivo, con capacidad de fijación de precios y estabilidad de ingresos a largo plazo.
El escenario 'Goldilocks' (economía en estado óptimo, con crecimiento y baja inflación) al que apunta el banco estadounidense reabre las puertas al sector tecnológico y, dentro de él, a algunas compañías de software.
La entidad pone el foco en la financiación de riesgo fuera del circuito bancario que los fondos de 'private equity' realizan con empresas, aunque considera con el sector tiene capacidad para amortiguar los problemas.
La persistencia de los tipos de interés altos sigue minando la capacidad de ahorro de los estadounidenses conforme la inflación se enfría y la desaceleración de la economía toma el relevo.
La grandes empresas tecnológicas de Wall Street representan más de un tercio de la capitalización total del mercado y su comportamiento se ha mostrado inmune a las subidas de tipos y la inflación.
Las expectativas de rebajas de tipos en la zona euro se han llevado por delante buena parte de los rendimientos de los bonos pero los expertos creen que todavía les puede quedar algo de recorrido.
El impulso de la liquidez durmiente en el mercado monetario y una postura menos restrictiva de la Reserva Federal devuelven las esperanzas a las empresas de pequeño tamaño para salir del castigo de los inversores.
El incremento de las ventas de coches que funcionan con electricidad ascenderá al 25% el año que viene, una desaceleración respecto al 50% en 2023 pero con una base más amplia que llegará a los 1,5 millones de unidades.
El Gobierno federal afronta vencimientos por valor de casi 8 billones de dólares en los dos próximos años a los que hay que sumar una carga en intereses que está camino de situarse en billón anual.
El sector petrolero cierra con un ejercicio con los precios a la baja pero con los suministros también, lo cual podría abrir un escenario de subidas para el año que viene por la baja inversión en nuevos yacimientos.
La combinación de un cúmulo de vientos en contra como los tipos de interés, los riesgos de refinanciación y la desaceleración de la economía alinean a la economía hacia una calle sin salida para 2024.
La gestora de fondos especializados en países emergentes destaca el amplio crecimiento de esta clase de activos y del equipo de profesionales dedicados a ello dentro del gigante financiero estadounidense.
Los mercados concluyen en pocas semanas un ejercicio en el que las previsiones de recesión o recortes de tipos de interés no se cumplieron, pero encaran un nuevo año marcado por la misma incertidumbre.
La retirada de las inversiones extranjeras en el gigante asiático comienzan a pesar sobre la estabilidad financiera de un país que arrastra su propia crisis inmobiliaria desde hace dos años por el exceso de deuda.
La extensión de la pausa de tipos de interés y los probables recortes el año que viene devuelven el foco hacia las monedas emergentes y divisas europeas ante una desaceleración de EEUU en su año electoral.
El renovado optimismo de analistas y gestores con la evolución bursátil en este cierre de año ha llevado a algunos a proyectar una revalorización adicional del 17% para el principal índice de bolsa de Wall Street.
El 'oro rojo' escala posiciones en los mercados ante los problemas que están generando las huelgas en dos de las principales minas del mundo y la reactivación de la industria china enfocada en la electrificación.
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