"Me permitió hacer realidad un sueño"

De estudiante a analista de la OCDE con solo 25 años gracias al 'aval' de la Caixa

Las becas de la Fundación La Caixa periten estudiar un postgrado o doctorado en el extranjero, una experiencia que antiguos becados valoran como un "trampolín", tanto a nivel profesional como personal.

María Pascual, una de las becadas en el Programa de la Fundación La Caixa
María Pascual, una de las becadas en el Programa de la Fundación La Caixa
María Pascual

Las becas de la Fundación La Caixa han sido el "trampolín", tanto profesional como personal, de más de 5.000 investigadores españoles y extranjeros, que les ha permitido estudiar en el extranjero. Entre ellos, Borja Santos y María Pascual, que tras ser becados pudieron estudiar en dos de los centros de mayor prestigio, la Universidad de Harvard y la Universidad de Londres, e iniciar un nuevo camino profesional marcado por el "aval" que representa el sello de las becas de la Fundación.

En el caso de ella, hace tres años era una estudiante más, pero con un proyecto muy claro: "especializarse en derecho internacional y acercar la justicia a la gente". La beca de la Fundación La Caixa le permitió "hacer realidad un sueño", ya que por los elevados precios de los másteres internacionales se planteaba "incluso pedir un préstamo". Reconoce que fue "una suerte" poder solicitar esta ayuda que conoció gracias a un profesor.

Tras acceder a la beca tenía muy claro qué quería estudiar, Máster en Derecho en la London School of Economics and Political Science "porque tiene uno de los mejores programas". Su proyecto era claro, mientras estudiaba Derecho, le apasionaba la especialización internacional, pero "es un ámbito muy competitivo". "Necesitaba especializarme en una de las mejores universidades", algo que le permitió la Fundación La Caixa.

El impacto positivo de su formación internacional ha sido claro. Ahora, con solo 25 años, es analista de políticas de justicia en la OCDE y acaba de publicar un informe sobre cómo ha afectado la pandemia al acceso a la justicia, y donde recopila ejemplos de cómo han reaccionado distintos sistemas alrededor del mundo. El momento es especialmente importante para hacer este tipo de análisis porque todos los gobiernos se enfrentan a desafíos muy parecidos, pero se han dado respuestas diversas que permiten analizar cuáles parecen funcionar mejor.

La labor que realiza en la actualidad, "sin duda" no podría realizarla si no hubiese sido por la beca, algo que Pascual reconoce con mucho orgullo. "Todas las personas que trabajan en la OCDE tienen masters de las universidades internacionales más prestigiosas", señala. Describe su experiencia como "increíble" y, más allá del aspecto profesional, destaca "la red de apoyo entre toda la comunidad de becarios, uno de sus grandes beneficios".

"La beca aumenta tu ambición y la confianza en ti mismo"

El contacto con el resto de becados también es el punto que destaca Borja Santos. Al igual que Pascual, fue otro de los beneficiados por el programa de Becas de la Fundación La Caixa. "Gracias a la beca aprendí que era importante trabajar las redes". Las dos primeras semanas de la beca son de orientación y juntan a todos los becados, "es un intercambio muy enriquecedor porque todos tienen proyectos muy interesantes y conectas con gente muy especial". Además, señala que "la beca te abre la mente a otras áreas multidisciplinares", lo que le ha permitido tener ahora varios "sombreros", algo que se aprende y desarrolla en los estudios que realizan gracias a la Fundación.

La beca cambió su trayectoria y, tras más de diez años en cooperación en países en vías de desarroollo, decidió volver a España porque quería construir redes para tener un mayor impacto. Tras estudiar el máster en Administración Pública en Desarrollo Internacional por la escuela de gobierno de la Universidad de Harvard, Harvard Kennedy School, la beca supuso una oportunidad que va más allá de los conocimientos teóricos, "la experiencia me dio un salto en muchos aspectos". Pudo adquirir confianza para llevar a cabo nuevos proyectos, tener impacto en la opinión pública gracias a los artículos que publicó y, sobre todo, desarrolló una red "muy enriquecedora" de contactos con profesionales de muchas disciplinas, que finalmente le permitió volver a su país.

El objetivo de la beca era lograr una mayor formación. Hace seis años trabajaba en Etiopía para las Naciones Unidas, pero quería continuar su aprendizaje para lograr más impacto con su trabajo. Tras solicitar por primera vez la beca, se quedó en la final, pero decidió intentarlo al siguiente año y "a la segunda fue a la vencida". "La noticia fue una alegría", reconoce, y le abrió nuevas oportunidades que hasta ahora no se había planteado, "con la beca aumenta tu ambición y la confianza en ti mismo porque es más fácil que te cojan".

Actualmente trabaja como director ejecutivo y profesor adjunto de la IE School of Global and Public Affairs y ahora la beca le sirve para distinguir ‘de un vistazo’ a los futuros talentos. Coordina todo lo necesario para que se formen un millar de jóvenes universitarios que estudian Relaciones Internacionales y Economía y asegura que cuando le piden recomendaciones, quienes han sido becados "ya han pasado prácticamente todos los filtros, destacan por su potencial profesional y humano". Su objetivo es que los jóvenes tengan una educación de excelencia, pero también que se conviertan en líderes globales y agentes de cambio para un desarrollo sostenible.

Preguntados por si recomiendan aplicar a la beca, tanto Pascual como Santos responden un 'sí' rotundo. Años después, Borja Santos sigue valorando la beca como "uno de sus mayores logros" y se la recomienda a todos los que "les gustaría internacionalizar su carrera en un contexto de excelencia". En ese sentido, María Pascual señala que los becados "nunca pensamos que nos iban a dar la beca, todos tenemos el 'síndrome del impostor', qué hago yo aquí con toda esta gente tan lista". Sin embargo, el punto clave es el trabajo, "no hace falta ser el más listo, es para la gente que lucha y tiene pasión" y, sobre todo, destacan la importancia de saber defender tu propio proyecto y el impacto que pueda tener. "La beca es un trampolín, pero tú eres es el que tienes que dar el impulso".

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