La pandemia ha puesto sobre la mesa la fragilidad de la especie humana, y nos ha hecho darnos cuenta, de forma definitiva, de que pertenecemos a algo mucho más grande: el Planeta Tierra, cuya salud está unida a la nuestra de forma necesaria. Lo que ha pasado ha resaltado un hecho que se venía advirtiendo desde hace mucho tiempo: la lucha contra el cambio climático es necesaria e ineludible.
A partir de ahora, toca que los compromisos ya adoptados por los líderes políticos a nivel internacional pasen a ser conciencia para todos. Es necesaria esa concepción global para reducir la huella de carbono hasta neutralizarla.
Pasos para preservar el Planeta
Es una realidad: las decisiones de hoy en día configurarán el mundo de un futuro no tan lejano. Por ello, cada vez más instituciones, figuras públicas y ciudadanos en general piden aprovechar esta oportunidad para hacer evolucionar la economía hacia la sostenibilidad.
Ponerle freno al cambio climático es una llave para evitar futuras pandemias, pero también para preservar especies animales y vegetales o para evitar fenómenos meteorológicos extremos. Vivir de forma sostenible ha sido la decisión de cada vez más activistas, ciudadanos y líderes; en los últimos tiempos, también se unen empresas de forma creciente, aumentando sus apuestas para transformar el actual modelo económico.
Es el caso de Coca-Cola, tanto en España como a nivel global. La compañía se ha sumado a iniciativas recientes, como la Alianza Europea para una Recuperación Verde, lanzada desde el Europarlamento para cumplir criterios ecológicos en las próximas inversiones futuras; Recover Better, que desde el Pacto Mundial de la ONU anima a los gobiernos a priorizar la acción climática; y Build Back Better, de la Fundación Ellen MacArthur y a favor de la economía circular.
Coca-Cola planea reducir sus emisiones de carbono en un 50% de cara a 2025
Desde el año 2017, Coca-Cola España trabaja en la estrategia propia Avanzamos para Europa Occidental, que cuenta con ambiciosos objetivos de cara al año 2025. Uno de los principales es la reducción de emisiones de carbono, con un objetivo de bajada de un 50% en 2025 respecto a 2010.
Dentro de esos objetivos, es especialmente importante que sus envases sean más sostenibles, ya que juegan un papel crucial a la hora de reducir la huella de carbono. El ecodiseño y la innovación son las herramientas mediante las que Coca-Cola España plantea el cambio.
Ecodiseño como pieza clave
“El ecodiseño cumple un papel clave en el cumplimiento de los objetivos marcados en la agenda medioambiental”, explica Javier Sanz Cortés, Director del Grado en Diseño de Producto de la Escuela Universitaria de Diseño, Innovación y Tecnología (ESNE). Y experto en la vertiente de ecodiseño. “Los diseñadores de producto tienen un interesante margen de persuasión sobre el consumidor; a mayor éxito del producto, mayor será la capacidad de minimizar el impacto medioambiental frente a otros productos responsables”, asegura.
Los envases alimentarios son fundamentales en el discurrir de nuestra sociedad, pero hoy en día existe una necesidad acuciante: que dichos envases se diseñen de cara a tener el mínimo impacto medioambiental durante todo su ciclo de vida, desde la extracción de las materias primas hasta su reciclaje, reutilización o eliminación.
“Un envase diseñado para crear un menor impacto sigue la norma de las 3R: Reducir, reutilizar y reciclar”, explica Sanz. Siguiendo estas máximas, Coca-Cola España apuesta desde hace años por la innovación y el ecodiseño para ofrecer envases más sostenibles. Por ello, tanto sus latas como sus botellas se diseñan teniendo en cuenta la huella ambiental asociada a su producción, distribución y consumo de cara a reducirla al máximo.
Esto ha llevado a que, de unos años a esta parte, se hayan reducido los pesos, se haya aumentado el porcentaje de material reciclado y se haya innovado para facilitar el reciclaje. En concreto, las latas pesan hoy hasta un 60% menos que hace 30 años, las botellas contour de cristal han reducido su peso un 21% respecto al año 2000, y la botella de plástico de 2 litros ha disminuido su peso en un 35% desde 2010.
En la vertiente del reciclaje, en la actualidad las botellas de plástico de Coca-Cola cuentan con un 25% de plástico reciclado -en 2017 era un 13%-. El objetivo es que ese porcentaje sea del 50% antes de 2022.
El 99,6% de los envases de Coca-Cola son hoy totalmente reciclables
En cuanto a los embalajes, también es hora de eliminar el plástico innecesario. Por ello, a finales de 2019 Coca-Cola sustituyó la envoltura de plástico en sus multipacks de latas por una cubierta de cartón 100% reciclable y con certificación PEFC, asegurando que proviene de bosques totalmente sostenibles. Su siguiente paso en este aspecto es suprimir las anillas de plástico en los packs de latas, reemplazándolas por un modelo de cartón.
“En general, los materiales más adecuados en esta transformación son aquellos naturales y cercanos, cuya disponibilidad no esté en riesgo por un agotamiento futuro de la materia prima”, afirma Sanz. “También son importantes sus ciclos de reciclado y rápida biodegradación”, enumera.
Prototipos para cuidar el planeta
El ecodiseño va unido de forma inequívoca a la innovación. Por ello, a finales de 2019, Coca-Cola presentó de la mano de Ioniqa Technologies la primera botella elaborada con plástico reciclado procedente de desechos recogidos en el mar, logrando transformar un plástico ya degradado en materia prima de alta calidad para uso alimentario y convirtiéndose en pioneros en este aspecto.
El siguiente paso llegó hace apenas unos meses. En octubre de 2020 se hizo público un prototipo de botella hecha de papel junto a la start-up PabOCo (The Paper Bottle Company), utilizando así un material renovable, fácilmente reciclable y biodegradable.
Coca-Cola European Partners financia en paralelo CuRe Technology, una compañía emergente destinada a dar nuevos usos a distintos residuos plásticos con reciclaje complicado, que a menudo terminan incinerados o en vertederos, dándoles una nueva vida.
Esas acciones, entre otras, se engloban en la iniciativa global Un Mundo sin Residuos, mediante la cual la compañía planea todo el ciclo de vida del envase, desde su diseño y fabricación hasta su reciclaje o reutilización. En Europa, este plan se traduce en la estrategia Avanzamos, con objetivos más ambiciosos.
Dentro de este mismo ecosistema, desde Coca-Cola España se trabajan iniciativas como Mares Circulares, un proyecto colaborativo en el que distintos voluntarios limpian playas, espacios protegidos y fondos marinos de plásticos y, al mismo tiempo, sensibilizan a los ciudadanos en torno a la importancia del reciclaje. Como añadido, se apoyan tres estudios científicos y una iniciativa empresarial cada año para acabar con el problema de la contaminación marina.
La conciencia social es cada vez mayor: es importante y muy urgente proteger el medio ambiente y generar una economía sostenible en la que los residuos vuelvan a la cadena productiva gracias a acciones como el reciclaje y la reutilización. Vías como el ecodiseño y la innovación, sumadas al compromiso empresarial y las buenas prácticas, harán que en el futuro los envases dejen de ser un problema.
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