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El edificio H2 cuenta con una gran entrada de luz en el interior

El AMB abre la puerta a la vivienda asequible y sostenible

Las viviendas que construye el IMPSOL se basan en criterios de sostenibilidad, innovación tecnológica y reflejan los cambios sociales de las últimas décadas.
​A través de diversas promociones se creará un parque de 1.327 viviendas con protección oficial, de las cuales 583 serán destinadas para la venta y 744 para el alquiler

El AMB refuerza sus políticas de garantizar el derecho a una vivienda asequible, y que también sean sostenibles, unidades familiares que reflejen los cambios sociales y presenten tengan perspectivas de género.

A través del Institut Metropolità de Promoció de Sòl i Gestió Patrimonial (IMPSOL) este organismo supramunicipal encara la construcción de 1.327 viviendas, de las cuales 583 se destinarán a la venta y las restantes 744 serán de alquiler.

El plan de construcción de estas viviendas fue delineado en el Plan de la vivienda asequible, que fue aprobado por el AMB en abril de 2017.

Actualmente el IMPSOL está construyendo 16 bloques de viviendas en diferentes municipios del Área Metropolitana, además de otros dos que se están levantando en El Masnou tras un acuerdo con este municipio.

A grandes rasgos, el acuerdo con los ayuntamientos es que el municipio dispone del solar y el AMB, a través del IMPSOL, se encarga de la construcción y promoción de las viviendas, detalla Ramon Torra, consejero delegado de este organismo y gerente de AMB.

Los proyectos más avanzados

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La nueva promoción en Sant Boi cuenta con 79 viviendas con protección oficial.

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Los planes se encuentran en diferentes fases. Los más avanzados son la promoción H2 en Sant Boi de Llobregat (79 viviendas), la tercera planta de un edificio de Sant Feliu de Llobregat que estaba destinada a oficinas, y que se reconvirtió en 19 viviendas de 1 y 2 dormitorios, y la Promoción 18C de Montgat, que comprende 62 viviendas con 63 plazas de aparcamiento.

Además de construir, el IMPSOL también se dedica a la urbanización del entorno de los nuevos edificios. En el caso de los trabajos encarados en Les Guardioles, en Molins de Rei, ya ha finalizado la primera fase de la renovación que permitió conectar los barrios de Riera Bonet y les Conserves.

De esta manera se pudo modificar de la topografía de la zona, en la falda de la sierra de Collserola, para emplazar los edificios en pendientes suaves y prolongar el tejido urbano.

En fase de ejecución

Actualmente hay siete proyectos están en fase de ejecución, algunos a punto de finalizar, como el de la Avenida República Argentina, en Cornellà de Llobregat, con 85 viviendas.

En este segmento se encuentran las obras en marcha en Gavà (136 viviendas), Molins de Rei (56), dos bloques en Montgat (de 62 y 39 viviendas, respectivamente), Sant Feliu de Llobregat (40) y Sant Just Desvern (30 viviendas).

En Sant Feliu de Llobregat, Molins de Rei y Sant Adrià del Besòs hay obras en la etapa de licitación, y en los ayuntamientos de Castelldefels, Cornellà, Sant Andreu de la Barca, Santa Coloma de Gramenet y Viladecans se encuentran en la fase de proyecto.

Los parámetros clave

En este programa se contempló que las construcciones encaradas por el IMPSOL tienen que responder a tres parámetros: ser sostenibles, ser innovadores en el proceso constructivo y responder a las nuevas tipologías sociales.

Para lograr la sostenibilidad las obras utilizan materiales “que sean más sanos y saludables con las formas de vivir”, detalla Josep Borrell, coordinador técnico del IMPSOL.

Un ejemplo es el uso de la madera, que además de reducir notablemente los tiempos de construcción “permite una reducción importante del dióxido de carbono” y las emisiones contaminantes, sin olvidar sus ventajas de aislamiento térmico y sonoro, y una mejor presentación estética en los hogares.

Innovación tecnológica

La voluntad del organismo es innovar tecnológicamente, “no seguir los sistemas tradicionales sino buscar nuevas vías, que fomenten la prefabricación de la vivienda, que tenga una mecánica más sistematizada”, apunta el coordinador técnico.

Para que estas viviendas puedan ser sostenibles se apuesta por una importante reducción de consumo energético, donde además del uso de materiales aislantes se recurre a energías renovables como la generada por placas fotovoltaicas.

Un ejemplo de este cambio constructivo se ve en el edificio Pisa, en el barrio de Las Gavarra, en Cornellà de Llobregat.

El objetivo es que este un edificio de consumo energético cercano al cero, que reduzca la huella ecológica a través de una disminución en las emisiones de CO2, así como de la generación de residuos generados por la construcción.

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Las 85 viviendas del barrio La Gavarra, en Cornellà, comenzarán a entregarse en marzo.

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Hogar inclusivo

Las viviendas en este edificio presentan espacios flexibles y la integración de la cocina a la estancia central. El objetivo es que sea un ejemplo de hogar inclusivo, al estar diseñados con una perspectiva de género que rompe con las jerarquías espaciales y se adapta a los nuevos roles en el reparto de tareas domésticas; otra de las metas del IMPSOL.

“La sociedad ha cambiado rápidamente, estamos frente a un nuevo modelo de familia”, describe Borrell.

Espacios diáfanos

Las nuevas viviendas diseñadas por ese organismo presentan espacios más amplios, donde las estancias son más grandes gracias a la reducción o eliminación de pasillos y áreas de tránsito.

En el caso de la del complejo PISA, se logró que cada vivienda de 75 metros cuadrados duplique la superficie de sus ambientes, hasta llegar a los 12 a 13 metros cuadrados.

La redacción del proyecto y la dirección de obra fue del estudio Peris+Toral Arquitectes.

La idea es que haya un uso flexible de las viviendas, donde los propietarios o inquilinos decidan el uso de cada estancia como recibidor, dormitorio o zona de trabajo.

Anticipación a las necesidades

Dotar de ventilación natural, con dormitorios exteriores que sean luminosos y diáfanos son otras de las características.

Precisamente estos diseños de viviendas anticiparon los cambios arquitectónicos que está imponiendo la expansión del coronavirus, donde se plantea la necesidad de contar con pisos con estancias más amplias, luminosas y dotadas de ventilación exterior.

También hay un cambio en cuanto a la integración social de los vecinos: algunos de los bloques que construye el IMPSOL presentan con un patio central o balcones integrados entre portales, lo que permiten fortalecer los vínculos entre los residentes.

En pocos meses, el proyecto termina

De las 85 viviendas proyectadas en Cornellà, 67 serán de tres dormitorios y otras 18 de dos dormitorios.

De ellas “un 20% se destinará al alquiler y el 80% restante estará a la venta”, precisa Amadeu Iglesias, gerente del IMPSOL.

Los trabajos de construcción terminarán en los próximos meses, y en marzo iniciará el trámite de adjudicación. El precio medio del metro cuadrado útil para la venta será de 1.940 euros, mientras que para el alquiler estará en poco más de 7 euros el metro cuadrado.

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La construcción mantiene una perspectiva de género, con la cocina como el eje de gravedad de la vida doméstica

Ejemplo de innovación

Otro ejemplo de cómo los proyectos encarados por el IMPSOL se anticipan a las tendencias de sostenibilidad, inclusión y de innovación tecnológica es el edificio H2, en Sant Boi de Llobregat.

El proyecto data de 2009, pero la crisis financiera obligó a detener los trabajos varios años. El edificio ya está terminado y actualmente se encuentra en proceso de adjudicación, donde ya se pueden ver a sus primeros ocupantes.

Ya que el inmueble no podía contar con balcones se decidió diseñar un gran espacio central que garanticen la entrada de luz y aire en los ambientes interiores.

Además en algunas plantas la integración de los balcones se prolonga a espacios comunitarios, lo que facilita la vida vecinal.

Las viviendas en Sant Boi

Este edificio consta con 79 viviendas, de las cuales 48 son de tres habitaciones, 30 de dos dormitorios y un módulo es de una sola habitación.

También cuenta con 118 plazas de parking y 10 trasteros, además de un espacio para aparcar las bicicletas.

Además el IMPSOL ha actuado en un espacio público de 27.468 metros cuadrados que se transformó en un parque de zonas verdes y pérgolas que aportan más calidad de vida tanto a los futuros residentes de las viviendas como a los vecinos del barrio.

Un proyecto premiado

El complejo H2, ganador del premio FAD 2020, se presenta en una fachada color verde claro y los revestimientos de las caras interiores en una cerámica rosada, con balcones metálicos color salmón, “que generan un sentimiento de identidad con el edificio”, señala Borrell.

Las viviendas cuentan con grandes aperturas en las estancias principales, para maximizar la iluminación en el interior de cada hogar.

Todos los dormitorios son exteriores, con postigos que regulan la recepción de luz solar.

Gracias a la presencia de la ventilación cruzada se generan corrientes de aire que evita el uso del aire acondicionado en verano, y entre las iniciativas para lograr la reducción del consumo energético, se encuentra la instalación de placas fotovoltaicas en la azotea y la dotación de dispositivos de eficiencia aerotérmica para proveer de agua caliente.

Las tres herramientas

El IMPSOL es uno de los tres instrumentos del AMB para garantizar el derecho a la vivienda. Los otros dos son los organismos Habitatge Metròpolis Barcelona (HMB) y el Consorcio Metropolità de l’Habitatge.

Entre los dos primeros se espera disponer de un parque público de 4.500 a 5.000 viviendas en los próximos cinco años.

Por lo pronto, la primera fase, con los 18 proyectos citados, esperan ser finalizados en tres años.

“Pero luego iremos añadiendo otras promociones que se entregarán de aquí a cuatro o cinco años. La idea es poner un tren en marcha y que no pare”, dice Torra, el consejero delegado del IMPSOL.

Un organismo para enfrentar la emergencia inmobiliaria

El organismo Habitatge Metròpolis Barcelona (HMB) fue creado con el objetivo de construir 4.500 viviendas en seis años y destinarlas al alquiler, una estrategia para frenar el alza de los precios de los inmuebles y enfrentar la emergencia habitacional.

Actualmente la sociedad está integrada por el AMB y el Ayuntamiento de Barcelona, y se proyecta incorporar un socio privado, con una participación del 50%, para la primavera del año que viene.

Este nuevo parque de viviendas ofrecerá rentas asequibles, además de impulsar la calidad arquitectónica, la flexibilidad y la accesibilidad para que se integren a las nuevas maneras de convivir.

También se incorporarán criterios de resiliencia urbana, para reducir la vulnerabilidad del parque de viviendas en situaciones de emergencia.

Los planes del HMB

La hoja de ruta de este organismo se divide en cuatro etapas. En la primera se contempla el desarrollo de proyectos en Barcelona, Sant Boi, Montgat y Sant Adrià del Besòs para crear un parque de 640 viviendas.

En la segunda se planifica construir 836 viviendas, donde además de la capital catalana también se edificará en solares de Molins de Rei, Cornellà, Sant Andreu de la Barca, Viladecans, Sant Boi y Sant Adrià.

Para la tercera y cuarta todavía no se delimitaron las parcelas y las viviendas proyectadas en cada una, pero algunos de los municipios implicados serán Barcelona, Castelldefels, Sant Vicenç del Horts y Viladecans, entre otros.

Requisitos para acceder a las viviendas con protección oficial

Tanto para la compra como para el alquiler de viviendas con protección oficial hay que estar inscripto y aceptado en el Registro de Solicitantes.

Los requisitos son diferentes en cada promoción, ya que se valoran conceptos como residencia en el municipio, ser de familia monoparental o tener alguna discapacidad.

Para consultar qué solicitan en cada promoción se puede buscar por municipio en la web del AMB.