Maquinista de FGV: "Todos hemos pasado por la curva del accidente del metro a 65 o 70 kilómetros por hora"

EUROPA PRESS

El maquinista de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) Francisco Viva ha señalado este lunes que "todos hemos pasado a 60, 65 o 70 kilómetros por hora" por la curva situada justo antes de la estación de Jesús, donde en 2006 se produjo el accidente que dejó 43 fallecidos y 47 heridos, ya que anteriormente en ese lugar la velocidad máxima permitida era de 70 kilómetros por hora, aunque posteriormente se rebajó a 40. En cualquier caso, ha dicho que una baliza en el lugar del siniestro lo hubiera evitado "fijo".

Francisco Viva, que fue delegado de turnos y gráficos en FGV y miembro del Sindicato Independiente Ferroviario (SIF), ha comparecido este lunes en la comisión de las Corts Valencianes que investiga el accidente de metro del 3 de julio de 2006.

El maquinista, visiblemente afectado, ha explicado al inicio de su intervención que el día del accidente bajó a la estación de Jesús --barrio en el que vive-- para coger el metro y acudir a trabajar y allí vio "el tren volcado". Ha indicado que accedió a la unidad y, con ayuda de otras personas, estuvo evacuando a varios pasajeros.

Según ha dicho, la comunicación ese día fue "un desastre". También ha indicado que la iluminación que había en la vía cuando ocurrió en el accidente era "fatal". "Había unos tubos fluorescentes, pero negros y sucios", ha manifestado. Por otro lado, ha criticado desprendimiento de ventanas en trenes en circulación antes del siniestro.

Viva ha señalado que cuando se inauguró el metro en 1988 la velocidad máxima permitida en la curva en la que en 2006 se produjo el siniestro era de 70 kilómetro por hora, por lo que "todos los maquinistas hemos pasado por ahí a 60, 65 o 70 kilómetros por hora".

No obstante, ha indicado que después de un tiempo "empezó la vía a deformarse un poco", por lo que los conductores "por propia iniciativa empezamos a reducir la velocidad". Posteriormente, se puso la limitación de 40 kilómetros por hora, que era la que existía en el momento del accidente.

Preguntado por cuál cree que fue la causa del accidente, considera que pudo ser porque el conductor iba a 80 kilómetros por hora, aunque ha explicado que "a veces los trenes patinaban por aceite o agua y el cuentakilómetros marcaba 80, aunque no fuera a 80 ni mucho menos". De todos modos, no cree que "fuera éste el caso".

El trabajador de FGV se ha mostrado sorprendido por la desaparición del libro de averías de la unidad siniestrada porque "aparecieron objetos personales mucho más pequeños". "Los maquinistas antes de salir comprobaban que el libro estaba porque era obligatorio", ha manifestado, y ha indicado que si hubiese salido fuera del tren y hubiera quedado destrozado "tendría que estar aquello como si hubieran tirado confeti", ya que tenía muchas hojas.

Respecto al sistema de frenado, ha señalado que el ATP era mucho más seguro que el FAP, que era el que existía en la Línea 1 en el momento del siniestro. "El FAP cuando avisa y se frena es cuando llegas a la señal; con el ATP antes de llegar a la señal el tren se frena", ha explicado.

Viva ha dicho que no le consta expedientes por incumplimiento de horarios, pero sí llamadas alertando de los retrasos. Ha señalado que las jornadas de trabajo de los maquinistas "a veces excedían las nueve horas, que es lo máximo excedido por la ley" y, en esta línea, ha asegurado que hay gente que ha hecho "11, 12, 13 y 14 horas".

Sobre este tema, ha aseverado que algunos trabajadores "al mes hacían más de 40 horas extra y había gente que ni descansaba en un mes". Además, ha dicho que los cambios de turno eran "una práctica habitual".

"HAN IDO A DEGÜELLO"

También ha indicado que, en ocasiones, el día de descanso la empresa podía pedir a algunos empleados que acudirán a trabajar y "podías ir o no", pero "si no ibas te apuntan en la lista negra". Además, ha dicho que habido "presiones" tras el accidente y, de hecho, ha asegurado que con él "han ido a degüello".

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