36 marineros españoles han sufrido ya los rigores de un secuestro pirata

36 ciudadanos españoles se han visto en los últimos años en manos de piratas marinos, si se añaden los cinco tripulantes de esta nacionalidad del "Mattheos I" a los 13 que iban a bordo del "Playa de Bakio", los 16 que trabajaban en el "Alakrana" y los dos del "Vega 5".
Aunque los dos primeros barcos eran de bandera española, no toda su tripulación tenía la misma nacionalidad. El "Playa de Bakio", propiedad de Pesquera Vasco Montañesa (Pevasa), contaba con ocho marineros gallegos y cinco vascos, a los que se añadían otros 13 de origen africano. Fue secuestrado en aguas de Somalia el 20 de abril de 2008 y fue liberado tras negociaciones seis días después.
Por lo que respecta al "Alakrana", propiedad de la empresa vasca Echebastar Fleet y también de pabellón español, había en él ocho marineros vascos, siete gallegos y uno andaluz.
El resto, hasta 36, procedían: ocho de Indonesia, cuatro de Ghana, tres de Senegal, dos de Costa de Marfil, otros dos de Madagascar y uno de las islas Seychelles. El barco fue secuestrado el 3 octubre de 2009 en aguas internacionales del océano Índico, a medio camino entre la costa de Somalia y las Seychelles, y fue liberado el 17 de noviembre.
LOS DOS ÚLTIMOS
Por su parte, el "Vega 5", aunque era de bandera mozambiqueña, pertenecía a la empresa Pescanova y sus 24 tripulantes eran comandados por un capitán y un contramaestre españoles. Secuestrado el 30 de diciembre de 2010 por piratas somalíes en aguas próximas a Mozambique, los dos responsables del buque fueron los últimos en ser liberados de la tripulación, el pasado 14 de mayo.
A estos 31 marineros españoles se unen ahora los cinco del buque "Mattheos I", de bandera chipriota pero operado por la compañía española Consultores de Navegación.
Según explicó Consultores de Navegación, las fechorías de estos bucaneros hasta ahora no han provocado ningún herido, pues, al estilo de los abordajes que sufrían los marineros españoles del siglo XVI y XVII por los piratas británicos y holandeses, se limitan a apoderarse de la carga y llevársela en sus propios barcos, soltando acto seguido al barco y la tripulación retenidos.