En La Haya, donde se organizó el "chapuzón de Año Nuevo" más importante, unas 10.000 personas corrieron hacia el agua al mediodía y volvieron a salir gritando de alegría, después de unos segundos transcurridos bajo un agua a 9 ºC de temperatura.
"Al principio está muy fría, agobiante, pero después, es realmente fenomenal", declaró al salir del agua Marianne van den Berg, de 51 años. "Dejamos detrás el año que acaba y entramos en el nuevo año".
Bajo un sol espléndido, casi todos los bañistas llevaban gorros naranjas, el color nacional. Otros iban disfrazados de animales, superhéroes o de Papás Noel.
En total, unas 50.000 personas tenían previsto participar en los chapuzones organizados en todo el país, según los medios holandeses.
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