No solo el agua sirve para hidratar

    • Con la llegada del calor, el peligro de deshidratación es mayor por lo que hay que prestar atención para que esto no nos llegue a pasar.
    • Todos los tipos de bebidas llevan al menos un 80% de agua en su contenido, por lo que nos sirven perfectamente para recuperar líquidos durante el día.
Experto ve necesario concienciar más sobre la importancia de la hidratación, tanto en la población como entre sanitarios
Experto ve necesario concienciar más sobre la importancia de la hidratación, tanto en la población como entre sanitarios
Silvia Pozo Martínez

Cuando escuchamos la palabra hidratación la mayoría se imagina un vaso o botella de agua. Siempre se recomienda beber mucho agua para mantener nuestro cuerpo hidratado. Pero no solo este bien esencial tiene esta tarea.

Cualquier tipo de líquido, que no contenga alcohol, puede ayudar a la hidratación. Las bebidas refrescantes, el café, los zumos, el agua o el gazpacho fresquito, son algunas de las opciones para los que no son muy devotos del agua 'sin más'.

Con la llegada del calor, el peligro de deshidratación es mayor por lo que hay que prestar atención para que esto no nos llegue a pasar. Los expertos recomiendan que un 75%-80% de los líquidos que tomemos al día deben provenir de las bebidas, y un 20%-25% de los alimentos.

Todos los tipos de bebidas llevan al menos un 80% de agua en su contenido, por lo que nos sirven perfectamente para recuperar líquidos durante el día. Por ejemplo, la bebidas refrescantes tienen entre un 99 y un 98% de agua mientras que los zumos de frutas tienen un 88%.

También ha que tener en cuenta que la hidratación del cuerpo variará en función de la actividad que se realice ya que no es lo mimo pasear que jugar un partido de fútbol. En la primera actividad se pierden menos líquidos que en la segunda.

Los expertos recomiendan beber al menos unos dos litros o dos y medio de líquidos al día y advierten que tanto las mujeres embarazadas como las que están en periodo de lactancia necesitan un poco más que el resto.

Las consecuencias de la deshidratación pueden llegar a ser graves si no bebemos los suficientes líquidos, ya sea un refresco o un zumo, y puede provocar un descenso del rendimiento físico, una disminución de la memoria a corto plazo, falta de atención e incluso dolores de cabeza y fatiga.

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