"Durante cualquier emergencia, ya sea una inundación o el desplazamiento forzoso de personas, los niños se llevan la peor parte: hacen frente a un alto riesgo de sufrir violencia, abuso o enfermedades crónicas y están expuestos a la propagación de enfermedades contagiosas", ha dicho Edouard Beigbeder, representante de UNICEF en el país.
"UNICEF continuará y reforzará su apoyo humanitario en coordinación con el Gobierno de Bangladesh en los sectores de educación, agua y saneamiento, nutrición, salud y protección infantil para los niños, pues son quienes más sufren", ha agregado.
La agencia de la ONU ha resaltado que está dando apoyo a las autoridades para atender a 1,5 millones de personas afectadas por las inundaciones a través de la entrega de tabletas de purificación de agua, kits de higiene, bidones y cloro en polvo.
Asimismo, está llevando tareas de ayuda en Cox's Bazar, tanto para atender las necesidades de los niños rohingya y sus familias como de las comunidades de acogida.
En este sentido, ha afirmado que ha construido espacios de apoyo psicosocial y recreativo para los niños y que ha puesto en marcha mecanismos para detectar posibles casos de desnutrición.
UNICEF ha iniciado además la vacunación de niños de 9 a 59 meses de edad contra el sarampión y la rubeola en los asentamientos improvisados y aquellas comunidades de acogida a las que es más difícil llegar.
El organismo ha indicado además que está trabajando para movilizar más apoyo y fortalecer sus actividades, y ha pedido cerca de cuatro millones de euros para dar ayuda a 330.000 personas en situación vulnerable por las lluvias, así como otros 4,2 millones de euros para la financiación del plan de respuesta 2017-2018 para la comunidad rohingya.
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