Nervios y miedo en la noche más larga en Vallirana

Mari Carmen Gallego

Vallirana (Barcelona), 29 jul.- Los vecinos desalojados a causa del incendio que afecta a una zona forestal de Vallirana, en la comarca barcelonesa del Baix Llobregat, han vuelto a lo largo del día a sus casas, tras pasar una noche larga y llena de incertidumbre.

Agentes de los Mossos d'Esquadra han acompañado a los afectados hasta sus domicilios, tras comprobar el estado de las comunicaciones y la seguridad de la zona, y los vecinos han podido ver como sus casas no han sido afectadas por las llamas, aunque algunas han sufrido algún desperfecto.

Unos 150 vecinos de las urbanizaciones de Vallirana Park y de la Selva Negra, las más cercanas al fuego, han pasado una larga noche noche en vilo tras ser desalojados.

Una veintena de ellos se han alojado en los apartamentos L'Escut, habilitados urgentemente ayer para poder acoger a los afectados, mientras que el resto han dormido en casa de familiares y amigos.

"Volvía a casa, hacia las siete de la tarde de ayer, y por la carretera recibí una llamada que me alertaba de la situación. Ya no pude ir a casa porque la carretera estaba cortada y vine directamente a la zona habilitada para los afectados", ha recordado hoy Antonio poco antes de poder, finalmente, regresar a su casa.

Otra vecina, Lourdes, ha recordado: "estábamos en casa de mis padres, también en Vallirana, cuando vimos una gran columna de humo en la zona en la que vivimos".

Al percatarse de la situación, Lourdes y su pareja trataron de llegar a su casa pero al acercarse ya se cruzaron con gente que se marchaba llorando.

Finalmente, la familia logró acceder a su casa caminando, porque los accesos para vehículos estaban cerrados. "Conseguimos coger alguna documentación pero enseguida nos desalojaron porque el fuego acechaba por el norte y por el sur", recuerda esta vecina.

"Ha sido la noche más larga de mi vida, quería volver a casa pero temía lo que me pudiera encontrar. Es una sensación increíble. Eres consciente de que lo puedes perder todo", comentaba otra de las afectadas.

La sensación de vulnerabilidad es común en todos los afectados. José recuerda: "vi como las llamas se acercaban a casa y tuve la sensación de estar en una ratonera".

"Acababa de limpiar la piscina cuando comenzaron a caer restos de ceniza y maldije mi suerte porque pensé que se me iba a ensuciar el agua. Fue entonces cuando mi mujer salió chillando de casa y alertando de que había fuego. Cuando me giré las llamas estaban muy cerca y salimos corriendo", ha narrado José.

Los agentes rurales han cifrado en 80 el número de hectáreas quemadas, la mayor parte de ellas en Vallirana, aunque también se han registrado daños en las zonas colindantes de Cervelló y Torrelles de Llobregat.

La alcaldesa de Vallirana, Eva Martínez, se ha felicitado porque no se han tenido que lamentar daños personales y, respecto a los daños materiales, ha explicado que se han limitado a jardines, vallas y elementos de exterior.

Miembros de las tres protectoras y refugios de animales de la zona buscan hoy a los centenares de perros que ayer tuvieron que liberar para que se pudieran salvar de las llamas, ante la imposibilidad de trasladarlos a todos.

En la zona hay tres asociaciones de animales: Animals sense sostre, Asociación protectora de animales del Ordal (APAO), y el refugio de la Fundación Altarriba.

Las tres entidades han hecho un llamamiento a través de las redes sociales para que los vecinos que se han llevado animales los cuiden hasta que puedan volver a sus jaulas, ya que primero será necesario ver en que situación han quedado sus instalaciones.

Los miembros de estos grupos pudieron trasladar a un centenar de perros, pero tuvieron que liberar una cifra similar ante la proximidad de las llamas y la imposibilidad de poder llevarlos a otros lugares.