GREENPEACE AFIRMA QUE EL TRASVASE TAJO-SEGURA PODRÍA CERRARSE EN TRES AÑOS

- Señala que el Segura tiene un superávit de 200 hm3/año. El trasvase de agua del Tajo al Segura podría cerrarse dentro de tres años porque la cuenca de este último río no es deficitaria y puede contar únicamente con sus propios recursos hídricos si se conceden nuevas concesiones de aguas subterráneas en lugar de apostar por desaladoras o construcciones similares.
Así lo asegura Greenpeace en su informe ‘La trama del agua en la cuenca del Segura… diez años después’, presentado este jueves en Toledo por Julio Barea, responsable de la campaña de aguas de esta organización, y Francisco Turrión, hidrogeólogo experto en la cuenca el Segura, y que contó con el testimonio de Pedro Morales, ex pequeño agricultor de Lorca (Murcia).
El informe, que actualiza otro realizado por Greenpeace en 2007, señala que la cuenca del Segura tiene superávit de 200 hectómetros cúbicos de agua al año (hm3/año) y que las autoridades cometen “fraude” al hacer creer a los ciudadanos que hay déficit, ya que no se contabilizan los flujos de aguas subterráneas ni los embalses subterráneos, los datos climáticos no proceden de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), no se definen los acuíferos inferiores y el nivel de los pozos de mide erróneamente.
En este sentido, Greenpeace apunta que la actual contabilidad del agua en la cuenca del Segura “mutila” el ciclo natural del agua al nivel del mar, “como si lo que existe por debajo de la cota cero no existiera”, cuando esa demarcación hidrológica es “de las más ricas en aguas subterráneas de la Península Ibérica”.
“El agua subterránea no es negocio para las grandes constructoras de desaladoras, presas, grandes conducciones y trasvases. Reconocer que existe suficiente agua subterránea en cantidad y calidad sería un problema para el ‘negocio de la sequía’”, apunta el informe.
En este sentido, Greenpeace denuncia que los recursos naturales de agua de la cuenca del Segura están mal evaluados y no se cuenta con la mitad de los recursos naturales de agua subterránea que tiene, lo que supone un volumen adicional de entre 500 y 800 hm3/año. Además, afirma que, contando con el volumen de agua desalada que prevé su Plan Hidrológico, la cuenca del Segura no es deficitaria, sino que tiene un superávit de unos 200 hm3/año incluso sin contar con el agua procedente del Tajo.
“TRAMPA CONTABLE”
Greenpeace subraya que la imagen de un Segura deficitario justifica “la necesidad de megaconstrucciones y grandes plantas de desalación para seguir alimentando proyectos urbanísticos de la burbuja inmobiliaria (resorts con viviendas unifamiliares, campos de golf, etc.). Y, de paso, dar más agua miles de nuevas hectáreas de regadíos intensivos e ilegales a grandes agroindustrias. Sin embargo, pequeños agricultores, ganaderos y pymes ven sistemáticamente cómo se les niega el acceso al agua”, añade.
Barea declaró que “este tipo de corrupción ligada al agua se esconde, no pocas veces, detrás de normas injustas dictadas al gusto de ciertos lobbies”. “Haciendo bien las cuentas del conjunto de los recursos naturales renovables y desalados es absolutamente posible el desarrollo sostenible de la cuenca del Segura y satisfacer sus demandas actuales y futuras, sin necesidad de trasvases”, dijo.
"Murcia puede ser perfectamente autosuficiente con el agua agua subterránea y no necesitar el trasvase Tajo-Segura nunca más. Nos hicieron creer que la única agua accesible es la fluvial y como es poca vemos que hay un déficit, pero es ficticio. Es un dato erróneo. Es una trampa contable porque no hemos incluido estos 500-800 hectómetros que van al mar”, apuntó Turrión.
Este hidrogeólogo lamentó que “no hay agua para un pequeño agricultor o ganadero y en cambio sí para grandes extensiones de regadío que no cesan de crecer, a pesar de que no se pueden ampliar regadíos”. “No falta agua para urbanizaciones ni plantaciones de grandes empresas", apostilló.
El informe de Greenpeace incluye testimonios de personas afectadas por irregularidades en la cuenca del Segura y las amenazas que sufren. "Una vez me amenazaron introduciéndome una pistola en la boca y diciéndome que si continuaba me iban a quitar del medio igual que le pasó a otra persona. No querían que yo denunciara lo que me había pasado, en la Administración y en los juzgados, ni los daños que me habían causado cuando tuve que dejar mis tierras arrendadas porque en ellas estaban haciendo pozos ilegales”, aseguró Pedro Morales, ex pequeño agricultor.

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