Vecinos de La Paz acusan al gobierno de Evo Morales de la escasez de agua

Vecinos de La Paz salieron a las calles este viernes a exigir al gobierno boliviano el suministro de agua en medio de la peor sequía de los últimos 25 años, que ha impuesto el racionamiento en casi todas las grandes ciudades.

"Estamos sin agua, no tenemos agua ni para cocinar", lamentó la joven Leydi Guaygua, que vive en Huaychani, un barrio pobre en una ladera al norte de La Paz, víctima del racionamiento desde hace dos semanas.

Según el gobierno, la sequía es consecuencia del cambio climático.

En La Paz, los glaciares andinos que nutren a tres de las principales represas al norte y noreste de la ciudad prácticamente han desaparecido, dejando a casi la mitad de su población sin agua.

En casa de Federica Mamani, madre de tres hijos, no hay agua ni para bañarse. "Mi niñito ha llorado: 'báñame, mami, por favor, no importa, con agua fría'", contó a la AFP.

En una calle de Huaychani comenzaban a concentrarse decenas de personas con baldes, bidones o botellas. Ancianos, amas de casa y hasta niños aguardaban en la fila su turno para aprovisionarse.

Un camión cisterna de 12.000 litros del municipio llegó al barrio, el segundo en dos semanas.

Cada tres días hay agua durante algunas horas en la capital administrativa, aunque los vecinos se quejan de que cuando oficialmente no hay cortes el agua no trae presión y viene llena de tierra y suciedad.

Harta de la espera, Sabina Condori exige soluciones ya. "Somos varias personas en mi casa, además tengo jardín, tengo una docena de gallinas, tengo perritos, mis animalitos también necesitan agua", sostiene.

El gobierno se escuda en el cambio climático pero los opositores achacan la escasez a la negligencia oficial, pues aducen que las represas no pudieron reducir su caudal de la noche a la mañana y no se tomaron previsiones con tiempo.

La empresa estatal EPSAS, cuyos ejecutivos fueron removidos esta semana por orden del presidente Evo Morales por no haber alertado del problema, estima que mientras no llueva persistirá el racionamiento en el corto plazo.

Las tres represas que alimentan a La Paz, Incachaca, Hampaturi y Ajuan Khota, al norte y noreste de la ciudad, están al 8%, 5% y 1% de su capacidad, respectivamente.

"He visto desde el helicóptero que las lagunas siguen secándose", señaló este viernes Morales, quien anunció que se perforarán pozos para suplir la escasez de agua.

No sólo La Paz, situada a 3.500 m de altura, tiene problemas de agua. La vecina y populosa El Alto, Cochabamba (centro), Sucre (sureste), Tarija (sur), Oruro (oeste) y Potosí (suroeste) también padecen racionamientos.

El jueves se registró un corte de rutas en Cochabamba, donde los vecinos reclamaban agua, y en Potosí se produjeron roces entre campesinos que necesitan el agua para sembrar y mineros que la usan para sus ingenios.

En La Paz unos 200 vecinos marcharon este viernes pacíficamente por el centro de la ciudad para pedir la destitución de la ministra de Medio Ambiente y Agua, Alexandra Moreira, a quien culpan de ser la principal responsable de la falta de planificación.

"Agua sí, palacios no", gritaban los manifestantes en alusión al palacio presidencial que construye Evo Morales en el centro de la ciudad.

Los manifestantes quemaron muñecos de trapo que representaban a Moreira y a su colega de Economía, Luis Arce.

El sector privado ha alertado de los efectos de la sequía. La Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), que trabaja en los llanos de Bolivia (este), registró 193.750 hectáreas de cultivos dañados.

Además, los departamentos de Santa Cruz (este) y Beni (noreste) sufrieron la pérdida de ganado vacuno: 5.000 cabezas en el primero y 32.000 cabezas en el segundo, de acuerdo con el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Julio Roda.

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