MÉXICO. CIENTOS DE MILES DE NIÑOS SE HAN QUEDADO SIN ESCUELA POR LOS TERREMOTOS

Unos siete millones de niños viven en las zonas afectadas por los seísmos de los pasados 8 y el 19 de septiembre en México, donde más de 5.100 escuelas se han visto seriamente dañadas.
Así lo puso de manifiesto este sábado Unicef, que advirtió de que esta destrucción pone en peligro el acceso a la educación de cientos de miles de niños, que se han quedado sin escuelas en la región.
Según Christian Skoog, representante de Unicef en México, “Es fundamental que encontremos soluciones urgentes para devolverles a las aulas lo más rápido posible, tanto para garantizar su futuro, como para ayudarles a recuperar una sensación de normalidad tras estas traumáticas experiencias”.
Unicef ha hecho por ello un llamamiento por valor de 6 millones de dólares (5 millones de euros) a la comunidad internacional, a fin de impulsar una respuesta humanitaria de emergencia ante los terremotos, que pasa por establecer escuelas temporales, promover directrices sobre seguridad en los centros, formar a profesores en apoyo psicosocial y distribuir material educativo y kits de desarrollo de primera infancia.
450.000 EUROS
De momento, la organización ha intensificado su respuesta para atender las necesidades más urgentes de los niños en lo relativo a su salud y protección, con la construcción de espacios amigos de la infancia para que jueguen, se recuperen y reciban apoyo psicosocial. También se trata difundir la información sobre cómo proteger a los menores durante un terremoto y cómo evitar que queden accidentalmente separados de sus familias.
Otras acciones son la distribución de artículos de higiene y suministros básicos como jabón, mantas, ropa para lluvia y lonas de plástico, y la provisión de agua potable y baños portátiles en los alojamientos temporales y asentamientos al aire libre.
Unicef Comité Español, que enviará 450.000 euros a México para apoyar las necesidades más urgentes en la emergencia, solicita también apoyo a la sociedad española para dar respuesta a los niños afectados por los terremotos.

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