Con una distancia de más de 55 kilómetros, China ha vuelto a romper un récord en cuanto a estructuras mastodónticas se refiere. El puente marítimo Hong Kong-Zhuhai-Macau se acaba de convertir en el más largo del mundo en su categoría.
Pensado para las personas que trabajan en Hong-Kong pero viven en la provincia de Guadong, este puente une la capital china con Macao en una construcción de más de 400.000 toneladas de acero.
El puente cuenta con túneles, autopistas de 6 carriles e incluso dos islas artificiales en algunos de sus tramos. Esta gran obra de la ingeniería acelerará los desplazamientos, según sus constructores, entre las regiones en un 60 por ciento, incentivando el turismo y los negocios.
Las autoridades chinas, responsables de la construcción de esta megaestructura, esperan que se pueda utilizar durante los próximos 120 años.
El tramo principal y más llamativo es una autopista de seis carriles que se extiende 23 kilómetros sobre el agua conectada por 6,7 kilómetros de túneles y dos islas artificiales.
El proyecto ha requerido una inversión de 16.000 millones de dólares del Gobierno chino y está diseñado para su uso por vehículos, dejando de lado a peatones y ciclistas.
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