Apoyados en los fondos europeos

Lluvia de proyectos en los puertos para reducir el impacto ambiental del sector

El Puerto de Barcelona tendrá su propia planta de biometano y el de Gandía será el primero autosuficiente en toda Europa. Las autoridades portuarias aprovechan los fondos europeos para la transición ecológica. 

Puerto de Gandia - Valencia
Lluvia de proyectos en los puertos para reducir el impacto ambiental del sector.
ValenciaPort

Los sectores naval y portuario aceleran su transformación para reducir la huella de carbono que genera su actividad sobre la tierra y los mares. Cerca del 80% de las mercancías mundiales se mueven por barco y la rebaja del impacto ambiental se ha impuesto como uno de los objetivos primordiales tanto para los actores del sector como para las instituciones que los regulan.

Las instituciones europeas están siendo los actores más activos, para cumplir con sus objetivos fijados en el Pacto Verde Europeo que fijan la rebaja de emisiones en un 55% para 2030 y en su totalidad en 2050. Para ello, ha acordado medidas que permitan reducir los gases de efecto invernadero, como son la inclusión del transporte marítimo en el régimen de comercio de derechos de emisión o el uso de combustibles más sostenibles, que afectarán principalmente a los buques de más de 5.000 toneladas y que representan el 90% de las emisiones de CO2 del sector. 

Estos planes de descarbonización también han pasado a formar parte de las estrategias de las autoridades portuarias españolas, que tienen en marcha o en proyecto una serie de inversiones que permitan implantar energía renovable en sus instalaciones, reducir el uso de combustibles fósiles o afrontar el reto de incorporar el hidrógeno y los biocarburantes. 

Barcelona instalará una planta de biometano en su puerto

El anuncio más destacado en este área ha llegado esta semana, cuando el Puerto de Barcelona ha anunciado su intención de construir una planta de biometano que suministre combustible limpio a los barcos. Para su funcionamiento harán falta 60.000 toneladas anuales de residuos orgánicos que la autoridad portuaria espera obtener de Mercabarna, restaurantes y los jardines situados en el puerto

Según sus previsiones, esta planta podría producir unos 15.000 metros cúbicos de gas natural licuado (GNL), el equivalente al 25% del combustible que se suministra cada año a los buques cisterna flotantes que facilitan el repostaje de otros en alta mar (bunkering). También ha anunciado la puesta en marcha de una comunidad energética en uno de sus muelles, con la intención de ampliarla en una segunda fase a todo el puerto.

El sector portuario mira hacia los biocombustibles como alternativa a los combustibles fósiles tanto en tierra como en alta mar

Esta propuesta va en línea con las exigencias del Parlamento Europeo, que recientemente aprobó que los barcos portacontenedores y los de pasajeros se conecten al suministro de electricidad de los puertos cuando atraquen, de forma que apaguen sus motores auxiliares diésel durante los atraques y se reduzca la contaminación atmosférica en estos entornos.

Esa línea de trabajo forma parte del principal proyecto inversor del puerto de Bilbao, que destinará 52 millones de euros a electrificar sus muelles antes de 2025 para suministrar energía eléctrica a los buques atracados, en línea con las exigencias de Bruselas. 

El primer puerto autosuficiente de Europa estará en Gandía

Esta misma semana, la autoridad portuaria de Valencia (ValenciaPort) ha anunciado su plan para dotar al Puerto de Gandía de una nueva planta fotovoltaica que cubra su propia demanda energética, convirtiéndose en el primer puerto autosuficiente de toda Europa.

Una inversión de 1,7 millones de euros facilitará la instalación de paneles solares sobre una superficie de 4.500 metros cuadrados ubicada en uno de los tinglados, que se dedicarán a la generación de una potencia anual de 990 MWh y a la instalación de equipos de almacenamiento de energía.

No será la única planta fotovoltaica que ValenciaPort instale, ya que su plan pasa por convertirse en un puerto cero emisiones en 2030, para lo cual ha movilizado 130 millones de euros en acciones de sostenibilidad. Las siguientes acciones consistirán en la instalación de otras dos plantas en el silo de Valencia Terminal Europa y en el dique Príncipe Felipe del Puerto de València, con el fin de producir el 14% de la energía total que demanda.

Los puertos buscan constituirse como comunidades energéticas para ahorrarse buena parte de la factura eléctrica mediante la instalación de paneles

Este puerto también contará con dos nuevas subestaciones eléctricas que, con una potencia de 90 MW cada una, darán suministro a los motores auxiliares de los barcos que estén atracados en el recinto portuario, evitando que éstos hagan uso de gasoil para así reducir las emisiones de CO2.

El ahorro energético se posiciona así como el principal reto a corto plazo de las autoridades portuarias. De igual modo, la de Santander lanzó en mayo un estudio para instalar paneles solares sobre sus tejados y constituirse como comunidad energética, para así ahorrar el 50% de su factura eléctrica. 

Proyectos también en alta mar

El anteriormente mencionado bunkering es otra de las líneas de trabajo del sector que esta misma semana ha recibido un importante impulso del Gobierno. Scale Gas, filial del gestor gasístico español Enagás, ha recibido 15 millones de euros de financiación pública para construir un barco que suministre GNL y BioGNL en alta mar en las Islas Canarias. 

Este nuevo barco, que comenzará su construcción en junio de 2022 y estará listo en 2025, tendrá una capacidad de 12.500 metros cúbicos para realizar bunkering de combustibles alternativos en alta mar y podrá adaptarse en un futuro para suministrar amoniaco, de cara a una futura transición hacia el hidrógeno, en el que buena parte del sector tiene ya puesta la mira. 

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