Un viaje histórico 

La misión Artemis I de la NASA despega con éxito en un nuevo camino a la Luna

Tras el huracán Nicole y problemas técnicos, inicia una misión que durara seis semanas. A bordo van dos maniquíes que registraran los efectos del vuelo y servirán para preparar el viaje tripulado en 2024. 

Artemis I
La misión Artemis I de la NASA despega con éxito en un nuevo camino a la Luna. 
EUROPA PRESS

La NASA lanzó su nuevo megacohete lunar SLS y la nave espacial Orion este 16 de noviembre desde el Centro espacial Kennedy de Florida. Se estima que la misión durara seis semanas y volara alrededor de la Luna para después regresar a la Tierra.

Artemis I es la primera prueba de vuelo integrada del cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) de la NASA, una nave espacial Orión sin tripulación y los sistemas de tierra en el Centro Espacial Kennedy de la agencia. La misión tiene como objetivo explorar el camino para el futuro vuelo tripulado y una exploración lunar humana como parte del programa Artemis. La nave lleva a bordo dos maniquíes cargados de sensores para registrar los efectos del vuelo en humanos.

El despegue se produjo a las 06.48 horas UTC, tras un retraso de 44 minutos por problemas técnicos. Durante la preparación del despegue, la NASA detectó una "fuga intermitente" de hidrógeno líquido en la válvula de reabastecimiento en la etapa central del cohete y tuvo que enviar a la plataforma un "equipo rojo" de especialistas para ajustar los conectores.

Hay que mencionar que el lanzamiento ya había sufrido la demora de dos días por el huracán Nicole. Los equipos realizaron evaluaciones exhaustivas del cohete, la nave espacial y los sistemas terrestres asociados y confirmaron que no hubo impactos significativos por el clima severo. El cohete SLS y la nave espacial Orion llegaron a la plataforma de lanzamiento de Kennedy el 4 de noviembre y superaron la tormenta allí.

Los ingenieros ya habían tenido que rodar el cohete de regreso al hangar el 26 de septiembre antes del huracán Ian y luego de rechazar dos intentos de lanzamiento anteriores: el 29 de agosto debido a un sensor de temperatura defectuoso y el 4 de septiembre debido a una fuga de hidrógeno líquido en una interfaz entre el cohete y el lanzador móvil. Antes de regresar al hangar, los equipos repararon con éxito la fuga y demostraron los procedimientos actualizados de repostaje. Mientras estuvieron en el hangar, se realizó un mantenimiento estándar para reparar daños menores en la espuma y el corcho del sistema de protección térmica y recargar o reemplazar las baterías en todo el sistema.

Durante este vuelo, la nave espacial Orion volará más lejos de lo que jamás haya volado ninguna nave espacial construida para humanos. Viajará a más de 450.000 kilómetros desde la Tierra, miles de kilómetros más allá de la Luna y permanecerá en el espacio más tiempo que cualquier nave para astronautas sin acoplarse a una estación espacial. Regresará a la Tierra más rápido y soportando más temperatura que nunca.

Casi 100 metros de altura

El cohete SLS, con 98 metros de altura en su configuración inicial, está diseñado para misiones más allá de la órbita terrestre baja que transportan tripulación o carga a la Luna y más allá, y produce 8,8 millones de libras de empuje durante el despegue y el ascenso para llevar a la órbita un vehículo que pesa casi seis millones de libras. Se mueve por un par de propulsores de cinco segmentos y cuatro motores RS-25, el cohete alcanza el período de mayor fuerza atmosférica en noventa segundos. Después de desechar los propulsores, los paneles del módulo de servicio y el sistema de aborto de lanzamiento, los motores de la etapa central se apagan y la etapa central se separa de la nave espacial.

A medida que la nave orbite alrededor de la Tierra, desplegará sus paneles solares y la etapa de propulsión criogénica provisional (ICPS) le dará a Orión el gran impulso necesario para abandonar la órbita de la Tierra y viajar hacia la Luna. A partir de ahí, Orión se separará del ICPS unas dos horas después del lanzamiento. Luego, el ICPS desplegará una serie de pequeños satélites, conocidos como CubeSats, para realizar varios experimentos y demostraciones de tecnología.

El viaje de ida a la Luna llevará varios días, tiempo durante el cual los ingenieros evaluarán los sistemas de la nave espacial y, según sea necesario, corregirán su trayectoria. Orión volará a unos 100 Km. sobre la superficie de la Luna, y luego usará la fuerza gravitatoria de la Luna para impulsarse a una nueva órbita retrógrada profunda, u opuesta, a unos 70.000 Km. de la Luna.

La nave espacial permanecerá en esa órbita durante aproximadamente seis días para recopilar datos y permitir que los controladores de la misión evalúen el desempeño de la nave espacial. Durante este período, Orión viajará en una dirección retrógrada alrededor de la Luna desde la dirección en que la Luna viaja alrededor de la Tierra.

Para su viaje de regreso a la Tierra, Orión realizará otro sobrevuelo cercano que llevará a la nave espacial a unos 96 kilómetros de la superficie de la Luna. Viajara de regreso a la Tierra para ingresar a la atmósfera a 11 kilómetros por segundo produciendo temperaturas de aproximadamente 2.760 grados Celsius. La nave Orion amerizará finalmente en el Océano Pacífico.

A esta misión le seguirá, en 2024, la primera tripulada del programa, la Artemis II, que hará el mismo trayecto, y se espera que con Artemis III, previsiblemente en 2025, toquen suelo lunar la primera mujer y hombre de color.

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