112-57. Los Lakers ridiculizan a los Cavaliers; Gasol logró un doble-doble

Redacción EE.UU..- Si la defensa de los Lakers de Los Ángeles o el juego de conjunto ponen como barómetro de su calidad el partido disputado ante los Cavaliers de Cleveland, que ganaron por paliza de 112-57, entonces la medición de su nivel sería el más inexacto.

El triunfo conseguido por los Lakers (28-11), el quinto consecutivo, no les sirve de referencia para nada a los actuales campeones de liga porque su rival no tuvo ni el nivel de juego de los equipos que militan en la liga de formación de la NBA.

Los Cavaliers, sin el alero LeBron James y las bajas por lesión que llevan sufriendo desde que comenzó la nueva temporada, los han convertido en un equipo perdedor y lo que es peor sin ningún estilo de juego definido bajo la dirección el entrenador Byron Scott, que sigue generando demasiadas dudas sobre su labor de reconstrucción.

La inferioridad de los Cavaliers fue tan evidente que por primera vez los Lakers se permitieron tener nada menos que al alero Ron Artest junto con el pívot Andrew Bynum como los líderes de su ataque al conseguir ambos 15 puntos cada uno.

Mientras que el ala-pívot español, en su línea de jugador completo y de equipo, aportó un doble-doble de 13 puntos con 14 rebotes, 11 de ellos fueron defensivos.

Gasol jugó 31 minutos para anotar 6 de 12 tiros de campo y 1-1 desde la línea de personal, repartió tres asistencias, recuperó tres balones, lo perdió una sola vez, puso un tapón y no cometió ninguna falta personal para demostrar el dominio completo que tuvo bajo los aros.

El escolta Kobe Bryant, que hizo un entrenamiento perfecto de lo que debe ser jugar en equipo y realizar el famoso ataque en "triángulo", es decir completar los tres pases famosos para encontrar al jugador mejor situado antes de tirar a canasta, se conformó con 13 puntos.

Los mismos que lograron el alero Lamar Odom y el escolta reserva Shannon Brown, que completaron, junto con el base Derek Fisher que anotó 10 tantos, la lista de los siete jugadores de los Lakers que tuvieron dobles dígitos y como equipo llegaron al 54 por ciento de acierto en los tiros de campo y al 50 (10-20) de triples.

De los Cavaliers, que al concluir la primera parte ya estaban 32 puntos abajo en el marcador (57-25), nada que comentar con la excepción que se quedaron en posesión de otra marca negativa.

El equipo de Cleveland tiene el triste honor de ser el que menos puntos ha logrado anotar a los Lakers en toda la historia de la franquicia angelina.

Los reservas Alonzo Gee y Ramon Sessions con 12 y 10 puntos, respectivamente, fueron los máximos encestadores para los Cavaliers (8-30), que perdieron el undécimo partido consecutivo y tienen la peor marca de la liga.

Los Cavaliers tuvieron sólo un 30 por ciento de acierto en los tiros de campo, cometieron 19 perdidas de balón y perdieron el vigésimo primer partido de los últimos 22 que han disputado.

Los Cavaliers con las bajas por lesión del pívot brasileño Anderson Varejao, el alero Joey Grahan, el ala-pívot Leon Powe, el escolta Anthony Parker y el base Daniel Gibson se han quedado sin ningún apoyo tanto el juego bajo los aros como en su ataque.

Pero quizás lo peor para los Cavaliers, como James --su ex estrella-- expresó en su Twitter durante el partido, sea el efecto negativo que está teniendo al haberle deseado a su persona mala suerte en la nueva etapa profesional que decidió iniciar al fichar por los Heat de Miami.

Ficha técnica:

112 - Los Ángeles Lakers (27+30+35+20): Bryant (13), Fisher (10), Bynum (15), Artest (15), Gasol (13) -cinco inicial-, Smith (-), Odom (13), Blake (2), Walton (5), Brown (13), Caracter (6) y Ebanks (7).

57 - Cleveland Cavaliers (12+13+16+16): Williams (2), Harris (8), Hollins (2), Jamison (6), Hickson (5) -cinco inicial-, Moon (5), Sessions (10), Gee (12), Samuels (3) y Eyanga (4).

Árbitros: Marat Kogut, Ron Garretson y Olandis Poole. No señalaron faltas técnicas. No hubo eliminados por personales.

Incidencias: Partido de la jornada de baloncesto profesional de la NBA, que se disputó en el Staples Center, de Los Ángeles, ante 18.997 espectadores.