Redacción Deportes (EEUU), 10 feb.- Partido para el olvido el que volvieron a protagonizar los Sixers de Filadelfia esta vez en su visita a Golden State, donde los recibieron el equipo local de los Warriors y les ganaron por paliza de 123-80.
El ala-pivote reserva Marreese Speights ante la falta de juego defensivo de los Sixers se convirtió en el líder del ataque de los Warriors al conseguir 32 puntos, su mejor marca como profesional, después que anotó 12 de 15 tiros de campo, incluido un triple en dos intentos y 7 de 8 desde la línea de personal.
Speights también capturó ocho rebotes y puso tres tapones ante su exequipo, mientras que el base Stephen Curry llego a los 23 tantos y repartió ocho asistencias, aunque se permitió también el lujo de perder siete balones.
Ante la falta de interés deportivo por parte del juego que generaban ambos equipos en el campo, los aficionados se divirtieron pidiendo el premio de MVP para Speights.
El ala-pivote David Lee también realizó una buena labor bajo los aros al conseguir un doble-doble de 13 puntos, 13 rebotes --10 fueron defensivos--, y repartió cuatro asistencias.
Mientras que el escolta-alero Andre Iguodala, exjugador de los Sixers, el alero Draymond Green y el reserva Harrison Barnes aportaron 11 tantos cada uno.
La superioridad de los Warriors se dio de principio a fin del partido y su único fallo fue que no pudieron superar la ventaja de los 45 puntos de diferencia que la noche anterior tuvieron Los Ángeles Clippers cuando se enfrentaron a los Sixers en el Staples Center.
Los Siexer pensaron que su derrota del domingo por la noche (78-123), cuando estuvieron abajo por 56 puntos en el tercer periodo, era lo peor que les podía haber pasado pero justamente eso estuvo a punto de sucederles de nuevo al ver como los Warriors le anotaron 49 tantos en el último cuarto de partido.
El equipo de Filadelfia estuvo a punto de igualar la marca de los Pistons de Detroit en derrotas consecutivas por mayor margen.
Los Pistons perdieron por 95 puntos combinados en derrotas consecutivas en noviembre de 1966 y los Sixers han perdido sus dos últimos partidos por un margen combinado de 88 puntos.
El base novato Michael Carter-Williams anotó 24 puntos (15-38) y fue el líder del ataque de los Sixers, que también tuvieron el apoyo del ala-pivote Thaddeus Young y del alero Evan Turner.
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