9/11/2001: El día que cambió al mundo, y al US Open de tenis

  • El 11 de septiembre de 2001 el mundo dio un cambio radical al perder su ingenuidad, y ello afectó también al universo del deporte, incluyendo al Abierto de tenis de Estados Unidos, cuyos campeones de ese año casi mueren en el atentado terrorista que destruyó las Torres Gemelas de Nueva York.

La finales del US Open de ese año se realizaron pocos días antes de que dos aviones secuestrados por militantes del grupo terrorista Al Qaida, chocaran y echaran abajo en segundos uno de los símbolos representativos de la ciudad de Nueva York y la sociedad norteamericana.

Diecinueve terroristas, bajo las órdenes de Osama bin Laden, convirtieron cuatro aviones comerciales en misiles que se estrellaron contra el corazón financiero y militar de Estados Unidos.

Los atentados causaron la muerte a 2.977 personas y dejaron más de 6.000 heridos.

La pérdidas monetarias se calcularon en 11.000 millones de dólares debido a la caída de los mercados financieros.

El día antes del atentado, el lunes 10, el australiano Lleyton Hewitt tuvo una sesión de fotografía con las Torres Gemelas como fondo. La sesión estuvo a punto de ser pasada para el martes debido al poco sol del día escogido.

Hewitt, de 20 años, había ganado el domingo anterior la final masculina del último Gran Slam del año frente al veterano Pete Sampras (7-6 (7/4), 6-1, 6-1).

Venus Williams, de 21 años, que el sábado anterior había derrotado a su hermana Serena en la final de mujeres, también tuvo su sesión de fotografía por la misma área.

Justo a las 08H46 locales (12H46 GMT)) de una brillante mañana neoyorquina, el vuelo 11 de American Airlines, que salió de Boston con destino a Los Ángeles con 81 pasajeros a bordo, incluyendo a los cinco secuestradores, se impactó entre los pisos 93 y 98 de la Torre Norte.

Apenas la gente estaba asimilando el horror de la tragedia, pensando en un accidente, cuando 17 minutos después, el vuelo 175 de United Airlines, también proveniente de Boston y con destino a Los Ángeles y 37 pasajeros, cinco de ellos los secuestradores, chocó entre los pisos 78 y 84 de la Torre Sur.

También se suspendieron todas las actividades deportivas, incluidas las temporada de las Grandes Ligas de béisbol y la de Football Americano.

Michael Jordan iba a anunciar en esos días su regreso a la NBA. Sin embargo, decidió aplazar la rueda de prensa y anunció que donaría todo el sueldo de su contrato con los Wizards (cerca de un millón de dólares por temporada) a las víctimas de los atentados.

El mundo había cambiado. Y el deporte también.

Hoy es común ver a guardias fuertemente armados custodiando las instalaciones del complejo de tenis de Flushing Meadows, así como de los principales eventos deportivos en Estados Unidos, y de otras partes del mundo. Armas largas de alto calibre, perros entrenados, detectores de metales y explosivos en las entradas de los estadios, cámaras ocultas. Toda una parafernalia para evitar otro golpe terrorista.

Ello ha incrementado el costo de los eventos deportivos en todo el mundo, y se refleja en el precio de las entradas, por ejemplo.

Un boleto para ver las finales de 2001 costaba alrededor de 100 dólares. Tan sólo para las semifinales de este viernes, las entradas han fluctuado entre 587 y 1.529 dólares, según el sitio SeatGeek.com

"El tiempo vuela tan rápido", dijo Serena Williams recientemente.

"Recuerdo los carros del ejército en las calles, los grandes tanques, y me preguntaba. ¿Esto de verdad está pasando?. Es un momento que no creo que ningún estadounidense pueda olvidar", añadió.

Serena Williams jugará este viernes contra la italiana Roberta Vinci una de las semifinales del US Open 2015.

El 11 de septiembre de 2011 marcó el fin de una era, y el comienzo de otra, con un enemigo de muchos rostros acechando para atacar en cualquier momento y lugar. Pero el deporte sigue siendo la mejor respuesta de la gente a no resignarse a vivir en un mundo de sombras.

psl/cl

Mostrar comentarios