El brasileño Bernardinho y el argentino Julio Velasco, los Johan Cruyff del voleibol, batallarán por sumar otra estrella a sus imponentes palmarés el miércoles, en un clásico sudamericano que promete el partido más caliente del torneo olímpico masculino de voleibol.
Las piezas del rompecabezas están listas, armar la partida perfecta será el desafío de un dúo de viejos zorros dispuestos a agigantar su leyenda.
Con más coronas que la realeza británica como jugador y entrenador de equipos masculinos y femeninos, Bernardo de Rezende es sinónimo de voleibol en Brasil.
Ganador de la medalla de plata en los Angeles 1984 como jugador, bronce dirigiendo a la selección femenina de Brasil (Atlanta-1996 y Sydney-2000), medalla de oro en Atenas-2004 y dos platas en Pekín-2008 y Londres-2012 con el equipo masculino, son sólo algunas de sus victorias.
Pero ni todos sus títulos juntos tienen el mismo peso que su discurso.
"Transformando el sudor en oro", uno de los cuatro libros escritos por el timonel es motivo de consulta de miles de deportistas, empresarios y profesionales alrededor del mundo que toman su método de trabajo en el voleibol como ejemplo a seguir.
Una característica compartida con su par y rival de unos cuartos de final que pueden marcar la historia del voleibol brasileño.
Bernardinho lo sabe y lo hizo saber tras el sufrido triunfo ante Francia -en el cierre de la fase de grupos, donde su equipo estuvo al borde de la eliminación- advirtiendo que la victoria era "una buena experiencia para reforzar al equipo" que sintió por momentos la presión de una 'torcida' que clama por oro.
Velasco al igual que Bernardinho es un entrenador que busca generar conciencia y apego al trabajo a partir del voleibol.
Si el brasileño marcó la historia de su país, Velasco fue profeta lejos de su tierra.
El argentino desembarcó en la selección italiana y en los 90 llevo al equipo a dominar el voleibol mundial.
Con dos copas mundial, triunfos en la Liga Mundial y medalla de plata en Atlanta-1996, el timonel se transformó en el 'rey midas' de la 'azzurra'.
Su método de "desatar" la capacidad de sus dirigidos y que cada jugador debe ser tratado de forma diferente y de acuerdo con su personalidad rompió los esquemas del deporte colectivo a nivel global, acostumbrado a entrenadores que se desesperan por convencer a sus discípulos que todos son iguales ante sus ojos.
Bernardinho tomó sus estudios en Economía para despegar su método como entrenador, Velasco se nutrió de sus estudios en filosofía para desencadenar un discurso que encantó en Europa y lo llevó a trascender su deporte.
Elegido como dirigente por grandes equipos de fútbol de la Serie A , Velasco es una especie de 'guru' del español Pep Guardiola y de otros entrenadores.
Pero la albiceleste se le resistió hasta que en 2014 la oportunidad tocó a su puerta y a sus 64 años llegó a su primer Juego Olímpico al mando de su selección.
Estamos preparados "para molestar a los grandes, si los grandes no juegan al máximo", confesó Velasco a la AFP tras su primer entrenamiento en Rio.
El gigante de turno es Brasil y las posibilidades de dar un 'batacazo' , como lo definió el entrenador, rondan el Maracanazinho.
Evitarlo será la misión de los brasileños que buscan encaminarse hacia su tercer oro olímpico.
gfe/ol
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