Brasil-Argentina, un superclásico que traspasa fronteras

Brasil y Argentina se enfrentan el jueves en un choque estelar de clasificación para el Mundial de Rusia-2018 cuyo brillo llega hasta España, donde futbolistas de esos dos países ya miran hacia Belo Horizonte.

El encuentro es uno "de esos partidos que siempre todos los jugadores quieren jugar, son lo más lindos", asegura a la AFP el defensa argentino del Villarreal, Mateo Musacchio, que forma parte de la decena de futbolistas argentinos de equipos españoles, llamados por el seleccionador Edgardo Bauza.

"El rival va a ser muy difícil, pero creo que tenemos un gran equipo para hacer las cosas bien" tanto ante Brasil como en el siguiente encuentro clasificatorio contra Colombia, dos partidos claves para las aspiraciones albicelestes de cara al Mundial de 2018.

Argentina, situada fuera de los puestos de repesca para Rusia-2018, no puede fallar en estos dos encuentros, pero el joven centrocampista brasileño, Andreas Pereira, subcampeón del mundo Sub-20 en 2015, no se fía y no cree demasiado en una Albiceleste ansiosa.

"Argentina puede estar mal", pero "este es el partido más grande de Sudamérica, es diferente y nunca sabes qué va a pasar", afirma el brasileño a la AFP.

"Es un partido muy difícil para decir quién va a ganar", añadió el jugador brasileño cedido esta temporada al Granada por el Mánchester United.

"Lógicamente, nos preocupa la situación de la selección", afirmó esta semana el defensa del Barcelona, Javier Mascherano, quien, sin embargo, prefiere quedarse con lo positivo: "lo bueno es que ir a Rusia todavía depende de nosotros".

"Con Argentina vivimos una situación a la que no estamos acostumbrados, aunque sí estamos habituados a las críticas", aseguró el central del Espanyol, Martín Demichelis, especialmente tras la dura derrota ante Paraguay en el último partido clasificatorio.

Para Musacchio, sin embargo, eso ya quedó atrás, "se mira para adelante, cada partido es diferente".

"Ahora tenemos dos partidos que afrontamos pensando en el partido, no en lo que pasó", dice el defensa del "Submarino Amarillo", que reconoce que partidos como este son tema de conversación con sus compañeros de equipo y también sus rivales.

"En mi equipo lo hablo con algún brasileiro, con (Alexandre Rodrigues) Pato", pero "siempre de buena forma, en chiste", relata Musacchio.

También el joven Pereira, de 20 años, reconoce que el partido es un tema de conversación en familia y con compañeros.

"Con (el argentino, Ezequiel) Ponce, hablo bromeando que Brasil va a ganar 5-0, que Argentina muy mal, con risas", señala, a la AFP, Pereira, un aficionado a los videojuegos que también confiesa reproducir ese partido en la videoconsola: "Brasil siempre gana", dice.

Tanto el argentino como el brasileño reconocen que al tratar del partido lo hacen de una manera distendida, rebajando mucho la enconada rivalidad de las hinchadas respectivas de sus selecciones.

"Es un poco más tranquilo que la afición", asegura Pereira, quien, no obstante, insiste, al igual que Musacchio, en que esa tranquilidad es fuera de la cancha, porque cuando saltan al césped "esta tensión también está entre los jugadores".

"En el partido dejas todo en el campo y ahí no hay amigos, pero aquí en el club, con los brasileiros, con los colombianos, hay buena animación", explica Musacchio.

El argentino vivirá el encuentro en persona, pero Pereira lo seguirá a distancia.

"Voy a verlo con familia y amigos, para 'torcer' mucho por Brasil", aseguró el joven centrocampista, que confía en poder vivir un día en persona esa clase de duelo.

"Es un sueño, estoy trabajando mucho para ello, creo que tengo el potencial, que si trabajo mucho puedo llegar", concluyó.

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