Brasileña Okimoto se mete en el podio del maratón acuático de Rio

Dios es brasileño, pensó Poliana Okimoto cuando subió al podio del maratón acuático de Rio-2016 con el bronce: su "mejor prueba" pasó de un "ingrato" cuarto lugar al tercero tras la desclasificación de la francesa Aurelie Muller.

La brasileña de 33 años, oro en los 10 km en el Mundial de Barcelona-2013, ganó la primera medalla para la natación femenina brasileña y resarció también la terrible experiencia de hace cuatro años en Londres: una hipotermia la hizo desistir.

Pero a ese mismo Dios que ella asegura es su compatriota le atribuyó igualmente el día espectacular que hizo en la turística playa de Copacabana Rio de Janeiro: unos 30 grados, muy soleado, con el agua también a la temperatura perfecta.

El oro se lo llevó la holandesa Sharon Van Rouwendaal e inicialmente la plata iba para la francesa Aurelie Muller, que fue descalificada tras hundir en la meta a la italiana Rachele Bruni.

"Vi a la francesa que estaba saliendo y al final ella me ha hundido y yo tuve que estirarme al máximo para tocar la tabla. Obviamente la toqué después de ella. Es justa la descalificación. Me sabe mal por ella porque hizo una gran carrera, pero al final me ha hundido", contó Bruni después en la zona mixta.

Muller, vigente campeona mundial, llegó 16 segundos después de Van Rouwendaal, que en el último kilómetro dejó el pelotón atrás (1h56).

"Nadé muy cómoda en el comienzo y al final, traté de hacer un sprint y revisaba como me seguían las chicas. Los últimos 1.000 metros salí adelante, no me gusta la sensación de estar al frente, pero ya en los 10, me dije, listo. No quería pensar en el resultado, porque pensaba que me iban a alcanzar", expresó Van Rouwendaal, plata en Kazán.

Fue la tercera participación de la brasileña, que fue séptima en Pekín-2008 y luego salió muy frustrada de las aguas heladas del lago Serpentine de Londres.

"Todos saben lo frustrada que salí de allí. Comencé a creer en esta medalla en 2013 cuando gané el Mundial, que me mostró que era capaz. Pero en 2014 me lesioné, demoré para volver, pero logré clasificar en 2015 y comencé a entrenar muy bien, mi preparación fue excelente", explicó Okimoto.

"Construí esta medalla, cada día, con cada entrenamiento, me la merecía, luché mucho para estar aquí", añadió esta atleta que siempre estuvo entre las primeras del pelotón, en muchos momentos incluso llegó a colocarse segunda.

Su compatriota Marcela Cuña, ganadora de la prueba de 25 km en el Mundial de Kazán-205, ocupó la décima posición, justo por detrás de la ecuatoriana Samantha Arévalo.

La española Érika Villaécija terminó en la decimoséptima posición, y la venezolana Paola Pérez, plata panamericana en 2015, en la vigésima.

"Ha sido una carrera muy dura, no estaba acostumbrada a nadar con tantas olas, tan en aguas abiertas. Pero si es verdad que hasta el 8.000 [metros] íbamos todas bastante juntas, traté de apretar, pero no me sentí del todo bien, pero di lo mejor de mi", explicó la española a la AFP.

Okimoto aseguró que no sintió el sabor amargo que generalmente tiene el cuarto lugar.

"Salí satisfecha, no tenía nada más que dar, sabía que había dado el 100%, tenía esa sensación de deber cumplido. El cuarto lugar es difícil de aceptar, es ingrato, tiene ese gusto de que se puede ser mejor, pero juro que no podía dar más, no salí frustrada, ni triste, fue la mejor prueba de mi vida", indicó.

Por los parlantes se anunció descalificación de Muller y ella comenzó a llorar.

El presidente de la federación francesa de natación (FFN), Stéphane Lecat, señaló por su parte que apelarán la decisión.

"Ella hizo una gran carrera, queremos hablar de valores ahora, bueno Aurelie Muller estaba 15 metros atrás y no dejó escapar la carrera hasta el final. Fue una linda imagen para todos los presentes. Vamos a luchar por ella", dijo el dirigente.

La decisión le cayó al entrenador de la francesa Philippe Lucas como un "bloque de cemento en la cabeza". "El podio está listo, se acabó. Colapsó la pobre. A eso se le suma que tien 26 años, si tienes 18 o 22 te dices 'tranquilo, quedan cuatro años', pero para ella será 30. Se acabó", zanjó fatalista.

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