Brasileño Braz saltó al oro y el cubano López entra en la historia

El garrochista Thiago Braz saltó al podio para darle a Brasil su segundo oro en sus Juegos en una jornada en que el fornido luchador cubano Mijaín Pérez logró su tercer título olímpico consecutivo, una hazaña para pocos.

Braz, de 22 años, no figuraba en los papeles pero con un espectacular salto de 6,03 metros, nuevo récord olímpico, despojó al francés Renaud Lavillenie, campeón olímpico en Londres-2012, que se elevó a 5,98 metros.

Su vida es la superación de la desesperanza. Su madre lo abandonó de niño y se crió con sus abuelos. Al principio él esperaba con su mochila al hombro a su madre, pero eso nunca sucedió.

Esa es parte de la historia, o toda la historia, de un joven muy religioso que creció a los saltos y llegó a los 6,03 metros donde lo esperaba el sueño dorado olímpico.

López, de 33 años, se coronó en lucha grecorromana, en categoría de 130 kilos, y fue su tercer título tras ganar en Pekín-2008 y Londres-2012 en los 120 kilos.

Casi invencible, a sus 33 años, el gigante antillano se desquitó en la Arena Carioca 2 del turco Riza Kayaalp, el único hombre que lo ha derrotado, en dos ocasiones, en los nueve últimos años.

Mijaín López dio así a Cuba su segunda medalla de oro en dos días en la lucha grecorromana, tras la victoria el domingo de Ismael Borrero en 59 kilos.

"Prometí que lo iba a hacer, y lo hice", declaró el antillano tras la victoria. "Es un honor para mí igualar a uno de los grandes de la lucha", dijo.

Karelin, campeón en Seúl-1988, Barclonea-1992 y Atlanta-1996, "fue un luchador al que el mundo entero admiró y comprobó su grandeza".

"Pero estoy todavía más orgulloso de ser el primer luchador de Latinoamérica que lo consigue", añadió.

La estrella estadounidense Simone Biles no pudo este lunes sumar su cuarto oro consecutivo en Rio y fue bronce en la final de viga de equilibrio, perdiendo así la oportunidad de seguir luchando por convertirse en la primera gimnasta de la historia que consigue cinco oros en unos mismos Juegos.

La victoria, que ya se daba como cierta para la mejor del mundo, se la acabó llevando la holandesa Sanne Wevers, mientras que la plata fue para la también estadounidense Lauren Hernández.

Tras arrasar en todas sus actuaciones desde que llegó a Rio -menos en las barras asimétricas, su aparato maldito- y sumar tres oros con descarada superioridad, Biles se convirtió en una de las sensaciones de los Juegos con su récord en el horizonte.

Pero sin posibilidades ya de conseguirlo, la texana de 19 años competirá este martes por el título de suelo, con el que podría irse de sus primeros Juegos con cuatro títulos en la maleta.

Mientras tanto, Brasil sumó dos nuevas medallas este lunes con el bronce de su ondina Poliana Okimoto en el maratón acuático de 10 km en aguas abiertas y la plata del gimnasta Arthur Zanetti, que no pudo revalidar el oro ganado hace cuatro años al finalizar segundo en anillas este lunes.

Zanetti, ganador del primer oro de la gimnasia latinoamericana en Londres-2012, fue superado por el griego Eleftherios Petrounias en una competición muy tensa que se resolvió en el último segundo.

Petrounias, vigente campeón del mundo, realizó un ejercicio casi perfecto que le valió una excelente calificación de 16.000, complicando mucho las opciones de Zanetti, que fue el último en colgarse de las anillas y obtuvo una nota de 15.766.

El anfitrión se salvó al borde la abismo en el voleibol masculino un deporte que le sigue al fútbol en popularidad y le dio oro en Barcelona-1992 y Atenas-2004 y plata en Pekín-2008 y Londres-2012.

En un partido para el infarto, los anfitriones vencieron a Francia 3-1 y avanzaron a cuartos de final en medio del desahogo de la torcida, que no quería resignarse a caer en primera ronda con tantos pergaminos.

Pero el milagro no obró en el basquet masculino y el anfitrión se quedó afuera en primera ronda, un gran fracaso para un plantel con varios NBA y un técnico argentno, Rubén Magnano, que fue campeón olímpico con la albiceleste en Atenas-2004.

El quinteto anfitrión venció este lunes al débil Nigeria por 86 a 69 en la última fecha del Grupo B y pero la derrota ade Argentina ante España lo condenó al destierro.

bur-ol/ma

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