Los Brownlee, una dinastía en el triatlón olímpico

Alistair y Jonathan Brownlee tienen un hermano menor, que pudo haberse dedicado al triatlón y quien sabe, llenar el podio olímpico este jueves con miembros de una misma familia... Prefirió estudiar veterinaria y ordeñar vacas.

Pero los dos hermanos Brownlee se bastan para consagrar su dinastía en esta disciplina que entró en el programa olímpico en Sídney 2000. Alistair revalidó el oro que consiguió en Londres-2012 y Jonathan se quedó con la plata, mejorando el bronce logrado también hace cuatro años.

"Las posibilidades es que esto no pase de nuevo, no me quejaría si pasara, pero las posibilidades son pocas. Cuatro años es mucho tiempo para Tokio, así que en vez de pensar en si pasa de nuevo, vamos a disfrutar de lo que conseguimos hoy", señaló Alistair, el primer campeón olímpico que conserva su corona en esta prueba.

"Es muy especial, pero lo importante es que se dieron las cosas, entrené duro y pude ponerlo en acción", indicó sobre su hazaña.

Alistair cruzó la meta andando con una bandera de Gran Bretaña que tomó del público pocos metros antes de completar el triatlón en 1:45:01, seis centésimas antes de Jonathan, a quien espero para celebrar el doblete juntos.

"Me sentí muy bien, entrené muy bien para esta carrera, sentí bien la natación, la bici también me gustó. Alistair rinde un poco más en la carrera. Yo estaba seguro de que podía llegar segundo, pero pensé que Alistair capaz se cansaba, pero en vez de eso, abrió la distancia", explicó Jonathan.

El tercer lugar de la prueba fue para el sudafricano Henri Schoeman.

"No tengo palabras, súper emocionado. Ya estar en los Juegos es increíble", expresó Schoeman, que cree en que el oro será posible en cuatro años.

Aunque no estaban en el Reino Unido, como cuatro años atrás, no les faltó hinchada a los hermanos. Banderas, admiradores con el apellido Brownlee escrito en la frente, gritos y vítores.

En las tribunas, estaban los padres de los Brownlee. "Mi hermano menor ni se molestó en venir", explicó Jonathan sobre Edward Brownlee. "Estudia para ser veterinario, debe estar ordeñando una vaca ahora", añadió riendo.

Edward ha dicho que el triatlón es una basura para gente débil, prefiere el rugby, según el diario The Telegraph.

Jonathan, por su parte, se benefició de la ausencia del español Javier Gómez-Noya, plata en Londres y pentacampeón del mundo, que se fracturó un brazo en julio mientras se entrenaba para los Juegos de Rio.

El español Mario Mola se llevó un diploma olímpico tras terminar octavo en la meta de Copacabana.

"Éramos conscientes de que no iba a ser nada fácil y creo que hemos luchado, no se nos puede reprochar nada. Estoy satisfecho con la natación que he hecho, creo que he estado en todo lo que tenía que estar, aunque no ha sido suficiente (...). Es un circuito muy exigente y dependes un poco de la compañía", explicó Mola.

Entre los latinoamericanos, los mejores clasificados fueron los mexicanos Crisanto Grajales e Irving Pérez, que terminaron en la duodécima y vigesimosegunda posición, respectivamente.

"Hicimos lo que estaba dentro de nuestras posibilidades, estoy bastante contento, lo di todo, mejoramos el lugar de Londres", dijo a la AFP Grajales.

jt/ra

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