El COI dice que advirtió hace cinco años a los organizadores de Río sobre contratos de construcción

Reuters/EP

El Gobierno de la ciudad de Río de Janeiro, responsable de la gran mayoría de los proyectos de infraestructura para los Juegos, usó asociaciones público-privadas (PPP) para conseguir que empresas cubrieran los costos de construcción de las instalaciones a cambio de permisos para construir inmuebles.

El alcalde de Río, Eduardo Paes, se mostró orgulloso de que un 57 por ciento de los más de 11.000 millones de euros gastados para los Juegos provenga del sector privado.

Pero las críticas por la calidad de las obras en la Villa Olímpica se sucedieron esta semana, con Australia diciendo que el lugar no estaba listo ni era seguro. Otras delegaciones, como las de Italia, Argentina y Nueva Zelanda, también mostraron preocupación.

En documentos a los que Reuters tuvo acceso, el COI le dijo a la ciudad en 2011 que necesitaba controlar con cuidado a sus socios porque podrían prestar más atención a sus propios intereses comerciales que a entregar los proyectos olímpicos a tiempo y con la calidad requerida.

"La ciudad reconoce que el contratista PPP suele tener dos objetivos primarios, maximizar el valor y entregar las obras al menor costo posible", sostuvo el COI en uno de los documentos. "La ciudad debe ser diligente para asegurar que las obligaciones de los Juegos se cumplan cabalmente", agregó.

El COI dijo en un comunicado que respaldaba los esfuerzos de Río para asegurar que las sedes se construyeran de forma eficiente en temas de costos y respetando las necesidades específicas del evento.

El documento visto por Reuters no dio detalles de qué problemas podrían presentarse con los contratos privados, un cambio del modelo operativo frente a los Juegos previos, en los que el gasto fue predominantemente público.

Los fondos para Londres 2012 fueron un 80 por ciento públicos y la Villa Olímpica se pagó con los impuestos de los contribuyentes. El Gobierno asumió el riesgo de vender los apartamentos tras la cita deportiva.

En cambio, las 31 torres de la Villa de Río, con un costo de casi 800 millones de euros y que albergará a 18.000 atletas y dirigentes, serán vendidas como viviendas de lujo tras los Juegos.

El COI celebró públicamente los PPP como una forma de reducir el costo de los Juegos para el país anfitrión, pero tres fuentes involucradas en los preparativos para Río dijeron a Reuters que había preocupaciones sobre la calidad de las obras.

Las fuentes sostuvieron que el comité organizador, Río 2016, tenía poca capacidad para asegurar que los proyectos cumplieran con los estándares del COI porque estaba operando bajo una gran austeridad financiera.

Reuters informó este mes de que, pese a los recortes de costo, los Juegos tendrían un déficit de entre 108 y 135 millones de euros.

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