Chema Martínez, primer europeo en el Maratón de Sables con un cuarto puesto

El corredor mantuvo su superación personal en una prueba con un total de 260 kilómetros sobre las arenas del desierto del Sáhara, atravesando las dunas de Merzouga. Una aventura de supervivencia en un lugar inhóspito con condiciones climatológicas extremas, en la que Martínez rozó la gloria del podio.

La pasada edición le sirvió de experiencia para presenciar cómo los grandes dominadores marroquíes fijan el rumbo, cómo se mueven o su adaptación a las temperaturas extremas. Al inicio de la prueba, el madrileño se confesó aún novato para este tipo de pruebas y prometió poner toda la carne en el asador, toda la motivación y la energía posible para intentar plantarles cara en un territorio de sobra conocido por los magrebís, y consiguió dar guerra hasta el final, muy por encima del resto de participantes del 'Viejo Continente'.

"Una de mis carencias el año pasado fueron precisamente las zonas técnicas y por eso mismo he querido reforzarlas. Así que este año en lugar de entrenar tanto en asfalto y pista como otros años he acumulado más kilómetros en montaña, en subidas y bajadas", aseguró Chema, que regresó a Sables un año después con el objetivo único de ganar tras un año de durísimo entrenamiento, sin un día de descanso.

El cuarto puesto cosechado dejó al atleta con ganas de más y se lamentó por no haber podido realizar uno de los tres mejores tiempos. "Al saber que había quedado cuarto sentí un poco de rabia e impotencia, pero la verdad es que estoy contento por haber mejorado con respecto al año pasado y por saber que he dado absolutamente todo lo que tenía dentro", manifestó, inconformista a pesar de ser el dueño y señor de estos eventos en el ámbito continental.

Para cerrar, pese a que Chema Martínez admitió que fueron "unos días muy duros", manifestó su agradecimiento por el apoyo recibido y su orgullo por el nivel demostrado en carrera. "Estoy feliz con mi papel en esta edición de la Maratón de Sables", apostilló.