Clement vuelve a sonreír ocho años después, mientras Culson llora

El estadounidense Kerron Clement ganó este jueves el oro en la prueba de 400 metros vallas de los Juegos de Rio-2016, en una carrera en la que el puertorriqueño Javier Culson, bronce en Londres-2012, fue descalificado por una salida falsa.

El estadounidense, que no había vuelto a subir a un podio desde que ganó la plata en los Juegos de Pekín-2008 y los oros en los Mundiales de Osaka-2007 y Berlín-2009 volvió a sonreír, mientras Culson lloraba, desconsolado.

Clement, que marcó 47.73, el mejor tiempo de la temporada, ganó la prueba delante del keniano Boniface Mucheru Tumuti (47.78), que se colgó la plata, y el cubano nacionalizado turco Yasmani Copello (47.92), bronce, ambos batiendo los récords nacionales de sus países.

Clement, de 30 años, que nació en Trinidad y Tobago pero emigró a Estados Unidos con su familia cuando tenía 13, logra de este modo su primer oro olímpico.

"Esta victoria es muy importante para mí. Estaba preparado mentalmente para esta carrera. Mostré determinación y ganas de victoria. Este oro lo quería con todo mi corazón", dijo Clement.

Tras varios años sin estar en el primer plano, Clement vuelve a conocer las mieles de la victoria.

Una serie de lesiones incidieron en la ausencia de buenos resultados en todo ese período que pasó en blanco.

Clement ganó fama fuera de las pistas de atletismo cuando apareció en un vídeo de la cantante Beyoncé, en la canción "Run the World", tras haber sido invitado a asistir a la filmación del mismo por un amigo bailarín de Los Ángeles.

El cubano Copello, que defiende los colores de Turquía, se acordó de su madre cuando ganó el bronce.

"Creo que mi madre estará llorando. Soy el hijo más joven y estoy haciendo que sus sueños se hagan realidad. Estará llorando mucho de emoción", señaló el cubano de 29 años.

Copello, que adquirió la nacionalidad turca en 2014, se proclamó campeón de Europa de la especialidad en julio en Ámsterdam con su país de adopción.

Copello se hace con un bronce que ganó hace cuatro años el puertorriqueño Javier Culson en Londres-2012, que corría en la calle tres y que fue descalificado por una salida falsa.

Cuando el juez se le acercó para comunicarle su decisión, el puertorriqueño de 32 años se agachó y, muy afectado, se llevó las manos a los ojos para esconder sus lágrimas.

Tras la plata en los Mundiales de Berlín-2009 y Daegu-2011, además del bronce de los Juegos Olímpicos de Londres-2012, Culson buscaba en Rio de Janeiro su cuarta medalla en un evento importante.

"No quiero estar aquí, quiero irme para mi casa", afirmó Culson, que tenía problemas para hablar por el llanto incontrolable en el estadio Olímpico de Rio de Janeiro.

"Destruido. Los nervios me traicionaron. No estaba ansioso, no sé qué pasó", apuntó el vallista boricua.

En Tokio-2020 tendrá 36 años por lo que probablemente dejó pasar su última oportunidad de sumar una segunda medalla olímpica.

Mostrar comentarios