Corre, Bolt, corre... entre escándalos

El jamaicano Usain Bolt corre este jueves los 200 metros en busca de su segundo oro en los Juegos de Rio-2016, pero el escándalo también compite, como el incidente ocurrido con cuatro nadadores estadounidenses.

Jack Conger y Gunnar Bentz fueron detenidos el miércoles por unas horas tras ser bajados del avión en el cual se disponían a regresar a su país, en medio de crecientes dudas sobre su relato de que fueron asaltados junto a otros dos deportistas en Rio de Janeiro por presuntos policías.

Este nuevo escándalo que salpica a los Juegos de Rio-2016 ocurrió apenas unas horas después del arresto del máximo dirigente del olimpismo europeo, Patrick Hickey, por reventa ilegal de entradas.

Y este jueves se produjo el primer caso de un medallista que dio positivo en una prueba antidopaje. El pesista kirguiso Izzat Artykov, bronce en la categoría de -69 kg, fue descalificado y excluido de los Juegos.

El misterio sobre qué sucedió a cuatro nadadores, entre ellos el conocido Ryan Lochte, aumentó luego de que la justicia calificó sus testimonios de "contradictorios".

Medios de prensa de Brasil y Estados Unidos señalaron este jueves que en realidad tuvieron una pelea con un guardia de seguridad armado tras dañar un puesto de gasolina.

Tanto la cadena ABC News como la televisión Globo aseguran que el incidente con el nadador olímpico Ryan Lochte, poseedor de 12 medallas olímpicas, y tres de sus colegas se produjo la madrugada con empleados en una estación de gasolina luego de asistir a una fiesta en la Casa Francia. El hecho fue captado por las cámaras de seguridad.

La policía dijo a la producción de la TV Globo que los atletas viajaban en taxi desde la fiesta a la Villa Olímpica y que pararon en la estación de servicio para utilizar el baño. Los nadadores se pusieron agresivos y provocaron daños antes de que un guardia de seguridad al parecer les apuntó con un arma para impedir que dejasen el local.

Reportes de la prensa señalan que Feigen sigue en Brasil, mientras que Lochte habría abandonado el país, según su abogado.

Mientras, Bolt tiene casi la pista libre en el Estadio Olímpico de Rio de Janeiro, para quedar a un paso de un histórico tercer triplete que lo deposite en la gloria. Su principal oponente, el estadounidense Justin Gatlin, fue eliminado en semifinales el miércoles.

"No estoy del todo sorprendido de que Gatlin haya quedado fuera. Pensé en un primer momento que se había clasificado, pero ya noté en los 100 metros que estuvo más lento", afirmó Bolt tras la eliminación de Gatlin.

De este modo, no se repetirá el duelo en la prueba de los 100 metros, en la que Bolt ganó el oro y Gatlin la plata.

Con el oro de los 100 metros en el cofre, el jamaicano busca el segundo paso hacia el triplete de la velocidad con los 200 metros, y el viernes el relevo 4x100m, tras los triunfos en las tres pruebas en Pekín-2008 y Londres-2012.

El caribeño dio un aviso explícito la noche del miércoles al clasificar como si fuera un paseo por la playa de Copacabana.

En un hecho insólito, México recién puede debutar en el medallero catorce días después de iniciados los Juegos o, lo que es lo mismo, a tres jornadas del cierre. Un verdadero fracaso para una potencia deportiva latinoamericana.

Paola Espinosa, en clavados, y Misael Rodríguez, en boxeo, son los que pueden inaugurar este jueves el conteo mexicano. Y seguramente no habrá mucho más.

Idolo en México, Espinosa ganó la plata en Londres-2012 y bronce en Pekín-2008 en saltos sincronizados desde la plataforma y atesora dos oros panamericanos, uno en esta prueba, y un bronce.

Sus colegas de clavados, una disciplina en la que Mexico siempre talló, se fueron en blanco, como está el medallero del Tri hasta ahora.

Rodríguez besó la lona cuando aseguró al menos una medalla de bronce tras verse obligado a pedir dinero en las calles para solventar su viaje. "Las medallas con boteada (pedir dinero en la vía pública) saben más", aseguró el mexicano. "Y ésta tiene más sabor por todas las críticas que hemos recibido".

Brasil de Neymar va a la gran final del fútbol olímpico en el mítico estadio Maracaná, con la idea fija de colgarse la medalla dorada, el único galardón ausente en sus pobladas vitrinas.

El sábado enfrentará a Alemania envalentonado por su goleada 6-0 a Honduras, con apertura y cierre del astro del Barça, aunque aparece el fantasma de la humillante goleada 7-1 que le endosó el campeón del mundo en semifinales del Mundial-2014.

Las frustraciones por la goleada alemana, más dos fracasos en las Copas América de Chile-2015 y Estados Unidos-2016, todo en dos años, le colocaron al equipo olímpico brasileño una vara demasiado alta.

Pero Brasil retornó a su zona de confort del jogo bonito, la que habían abandonado los dos anteriores técnicos de la absoluta, Luiz Felipe Scolari y Dunga, a un costo elevadísimo. Y ahora parece volver.

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