Davor Suker, el talismán croata de Francia-1998 a Francia-2016

Con 48 años y algunos kilos más que cuando se adentraba como una flecha en las áreas de los rivales, Davor Suker celebra de manera efusiva desde el palco los goles de Croacia en la Eurocopa-2016. También en Francia, como jugador, fue una de las estrellas de la generación que quedó tercera en el Mundial-1998 y ahora sigue dando vuelo a su país como preside la Federación Croata de Fútbol.

Por el momento, Suker es talismán para Croacia en los grandes torneos en suelo francés. Su selección es una de las sensaciones de la Eurocopa-2016, superó 2-1 a España el martes para ganar el grupo D y el sábado se mide en octavos al Portugal de Cristiano Ronaldo en Lens.

El tercer puesto del Mundial de Francia en 1998 fue el primer y hasta ahora gran éxito de la selección croata desde su independencia a principios de la década de 1990.

Junto a Suker estaban en aquella generación dorada figuras como Zvonimir Boban o Robert Prosinecki.

Pero Suker era la figura de aquel grupo y, con 6 goles, acabó el Mundial como máximo anotador, por delante de los cinco del argentino Gabriel Batistuta y del italiano Christian Vieri.

En los momentos importantes, Suker respondía siempre en aquella Copa del Mundo. Suyo fue el gol de penal para ganar 1-0 a Rumanía en los octavos de final y también anotó el tanto del 3-0 definitivo sobre Alemania en los brillantes cuartos de final de Lyon.

Incluso marcó en las semifinales ante Francia, pero su selección perdió 2-1 ante el futuro campeón. En el duelo por el tercer puesto, un gol suyo permitió ganar 2-1 a Holanda y dar un bronce histórico al equipo de los cuadros rojos y blancos.

Muchos le consideran desde entonces el mejor futbolista croata de la historia.

Había empezado a dar alegrías ya como juvenil, formando parte del equipo yugoslavo que fue campeón mundial Sub-20 en Chile-1987.

Cuando la guerra estalló en su país, abandonó el Dinamo de Zagreb y se marchó a jugar a España, a Sevilla (1991-1996), de donde dio el salto al Real Madrid para hacerse una figura muy conocida no sólo en las publicaciones deportivas, sino también en la prensa de sociedad, por su relación sentimental con Ana Obregón, entonces una de las presentadoras de televisión de más éxito en España.

Con el equipo 'merengue' ganó sobre todo la Liga de Campeones y la Copa Intercontinental en 1998, en un año sin duda inolvidable para Suker.

Después vinieron etapas de menos éxito en Inglaterra (Arsenal 1999-2000 y West Ham (2000-2001) y Alemania (1860 Múnich 2001-2003).

Alejados de los terrenos de juego y de los focos de los medios, constituyó una academia de formación para jóvenes jugadores en Croacia, pero su regreso a la primera línea fue, ya con traje y corbata, como dirigente.

Sustituyó en 2012 a Vlatko Markovic y en estos años se propuso devolver la gloria al fútbol croata, con el espejo del Mundial-1998.

En estos años uno de sus caballos de batallas ha sido el combate contra los 'hooligans', lo que le ha hecho enfrentarse a sector influyentes de hinchas del fútbol, tanto de clubes (Hajduk Split, Dinamo de Zagreb) como de la selección.

En las eliminatorias para esta Eurocopa, hinchas radicales croatas ya protagonizaron incidentes, especialmente en los dos partidos ante Italia, en Milán con lanzamiento de bengalas y en Split con el dibujo de una cruz esvástica en el césped.

En esta Eurocopa, ante la República Checa (2-2), lanzaron una docena de bengalas y obligaron a detener el partido en Saint-Etienne, por lo que la Federación que preside Suker fue castigada con 100.000 euros.

Pero más allá de esa imagen lamentable de las bengalas, la Eurocopa está siendo hasta ahora un cuento de hadas para Croacia, que sueña con repetir o superar lo de 1998.

"Uno no gana a España todos los días", subrayó Cristiano Ronaldo tras conocer que Croacia iba a ser el rival de su Selecçao en los octavos de final. Nadie podrá decir que no está sobre aviso.

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