Los ases Day, Spieth y McIlroy arrancan fuerte el Abierto de Estados Unidos

El número uno mundial, el australiano Jason Day, se reunirá con sus dos principales rivales, el estadounidense Jordan Spieth y el norirlandés Rory McIlroy, desde este jueves en un tentador Abierto de Estados Unidos-2016.

Se trata del segundo Grand Slam del año y jugado en uno de los campos más difíciles en el circuito de la PGA.

La última vez que la élite mundial hizo una parada en el suburbio de Pittsburgh para el Abierto de Estados Unidos fue en el 2007, cuando el argentino Angel Cabrera se impuso con una puntuación inusual de +5.

En esta ocasión, estarán en el torneo los españoles Jon Rahm, Rafael Cabrera Bello y Serbio García, los argentinos Emiliano Grillo y Cabrera y el mexicano Carlos Ortiz.

El curso de Oakmont Country Club, con un especial temido hoyo, el número 8, de par 3 a 265 metros, profundos bunkers y greens rápidos.

"Este es probablemente el curso más difícil en los Estados Unidos, la historia reciente muestra que el Abierto de Estados Unidos se juega siempre son los más difíciles", advirtió Spieth.

El estadounidense, ganador del Chambers Bay-2015, espera una semana muy dura, tanto física como mentalmente.

"Para ganar aquí, debemos tener un control total del juego durante cuatro días", advirtió el número dos del mundo.

A pesar de que había abordado el Abierto de Estados Unidos del 2015 con plena confianza a raíz de su victoria en el Masters, el tejano ha perdido algo de brillo.

La culpa fue del australiano Day, que desalojó el líder mundial y ya ha firmado tres victorias en 2016, el fallo también fue su increíble decepción en el Augusta a principios de abril.

Spieth estaba muy por delante de los jugadores en el Maesters en 2016, cuando perdió por completo su caso, en la segunda parte de la cuarta vuelta e inexplicablemente dejó la victoria del primer Grand Slam del año al inglés Danny Willett.

El estadounidense tiene un buen mes para digerir esa desventura, pero parece estar de vuelta en esta ocasión como lo demuestran sus éxitos en el Dean y el Deluca Invitational a finales de mayo.

"Fueron victorias importantes, que me alejaron de cualquier temor de ser capturado por mis malos recuerdos (el Augusta)", señaló Spieth.

Para Day, el principal reto en este segundo torneo de Grand Slam del año también será mental.

"Nunca he estado tan estresado en mi vida, este es quizás el torneo del calendario más estresante, pero siento que el estrés me hace sentir bien", sonrió el australia.

"Aquí, más que en otros lugares, tienes que tener una actitud positiva, de lo contrario no te molestes siquiera en empezar (competir)", ha advertido Day, víctima de una enfermedad, no grave, que tuvo cuando el Abierto de Estados Unidos en el 2015.

Desde su victoria en el Campeonato de la PGA en 2015 para su primer título importante, encadenó ocho victorias en 17 eventos que incluyeron el Campeonato Mundial y el Championships Players.

En tanto, McIlroy también llega con plena confianza: el norirlandés, que ganó el Abierto de Estados Unidos-2011, ha ganado el Abierto de Irlanda, su primer título del año y acabó en cuarto lugar en el torneo Memorial.

Detrás de este trío de astros, no debe olvidarse al estadounidense Dustin Johnson, segundo en el Abierto de Estados Unidos-2015, que ha terminado en los dos últimos meses cinco veces entre los mejores cinco en varios torneos, además de sus compatriotas Rickie Fowler y Patrick Reed.

jr/meh/ol

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