Dovizioso y Zarco revivien la gloria

El piloto italiano Andrea Dovizioso firmó su segunda victoria en MotoGP, y el francés Johann Zarco conquistó su segundo título mundial consecutivo en Moto2, este domingo en el Gran Premio de Malasia.

"La deseaba tanto (esta victoria), se lo agradezco a Ducati, que ha trabajado tan duro estos últimos cuatro años", afirmó el piloto italiano de 30 años, que no había ganado desde el Gran Premio de Gran Bretaña en Donington en 2009.

Piloto de gran regularidad como acredita su treintena de podios en la categoría reina, y apreciado en el paddock por su amabilidad, el italiano no paró de repartir agradecimientos a su equipo "por sus grandes esfuerzos las últimas cuatro temporadas", en las que ha corrido a lomos de una Ducati.

Marcando diferencias desde la sesión clasificatoria, Dovizioso realizó una carrera inteligente en el seno de un grupo de seis en el que se hallaban los mejores del mundo.

Ese grupo quedó mermado poco después del ecuador de la carrera por las numerosas caídas.

Así, Cal Crutchlow, muy rápido con la pista húmeda, Marc Márquez y Andrea Iannone, que se mostró combativo pese a que reaparecía luego de una larga lesión, se fueron al suelo o salieron de la pista.

Sólo Márquez, vigente campeón del mundo, pudo terminar la carrera (11º).

Por delante, la victoria se iba a decidir entre Rossi, Dovizioso y Lorenzo, sin que los dos pilotos Yamaha creasen complicaciones a la postre vencedor.

La clasificación final de la carrera refleja en sus tres primeros puestos el mismo orden de la primera línea de la parrilla de salida.

Rossi se aseguró repetir el subcampeonato del mundo, al igual que hiciera el año pasado.

En la categoría intermedia, Moto2, el francés Johann Zarco logró su objetivo de asegurarse el Mundial antes de la última carrera del año, y con ello se convirtió en el primer doble campeón del mundo en motociclismo de velocidad de su país.

Sus únicos rivales por el título, el suizo Thomas Luthi y el español Alex Rins, no dieron emoción, finalizando 6º y 14º respectivamente cuando sólo les habría servido finalizar por delante de Zarco para retrasar el título.

"Sabía que estando en el podio, sin Rins y Luthi, el título estaba en mi mano, pero cuando la pista comenzó a secarse encontré las condiciones que me gustan", comentó el piloto galo al borde de las lágrimas.

La carrera de Moto3 fue la más prolífica en caídas. Sólo 17 de 33 pilotos cruzaron la línea de meta, el último de ellos el campeón del mundo, el sudafricano de KTM, Brad Binder.

La mezcla de gasolina y el agua de la lluvia convirtió el asfalto en una pista de patinaje, aunque no hubo que lamentar daños físicos en las numerosas caídas.

En esas circunstancias el italiano Francesco Bagnaia, se adjudicó la segunda victoria de su carrera.

syd/iga

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