El expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) perseguido por corrupción en Estados Unidos Ricardo Teixeira anunció este miércoles que procesará a la FIFA, después que el organismo reclamara ante la justicia de ese país que le devuelva 3,5 millones de dólares malversados de la entidad.
"Voy a entrar con un proceso por daños morales en Zúrich. Lanzaron esa historia al aire. Yo desconocía esa acción contra mí, esa petición irrazonable", afirmó el exdirigente al sitio especializado GloboEsporte.
Teixeira, mano derecha de su exsuegro Joao Havelange que dirigió la FIFA durante 24 años, fue el jefe del fútbol brasileño entre 1989 y 2012, cuando abandonó el cargo entre denuncias de corrupción.
Meses después de que estallara el escándalo en la máxima entidad del fútbol mundial, y que llevó a prisión a su sucesor José Maria Marin, la justicia estadounidense le acusó de corrupción junto a 15 altos responsables más, incluido Marco Polo Del Nero, presidente de la CBF en ese momento.
Ahora es la propia FIFA, de cuyo Comité Ejecutivo formó parte Teixeira entre 1994 y 2012, quien le demandó, como a otros 38 antiguos dirigentes del fútbol mundial, que devuelva el dinero que amasó abusando "de su posición para enriquecerse personalmente, causando un daño significativo y directo" a la entidad.
La suma millonaria procede de los salarios y beneficios que recibió del organismo.
La cantidad que le requiere la FIFA (USD 3.514.025), junto a la que se reclama a Marin (USD 114.507) y a Del Nero (USD 1.673.171) -ahora en licencia de su puesto al frente de la CBF- dan un saldo de más de 5,3 millones de dólares a devolver por los tres últimos jefes del fútbol brasileño, cuya gestión se extendió durante tres décadas.
"Quiero ver si la FIFA va a ser ecuánime, si también va a reclamar a [Michel] Platini. El único caso que conozco de dinero desviado comprobadamente de la FIFA es el de Platini. Imagino que ahora también van a reclamarle a él", zanjó.
El expresidente de la UEFA está suspendido durante seis años de toda actividad relacionada con el fútbol por la FIFA, por un pago sospechoso de 2 millones de dólares que recibió de manos del expresidente de la máxima instancia del fútbol Joseph Blatter.
El dirigente francés recurrió su sanción ante el Tribunal Arbitral del Deporte.
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