La corrupción le ha costado muy cara a la FIFA. El máximo organismo del fútbol mundial presentó su informe económico anual con unas pérdidas de 348 millones de euros en 2016, en las que influyeron decisivamente los costes legales del proceso de corrupción interno y la reducción de los beneficios por el adiós de patrocinadores y la dificultad para atraer nuevos.
Asimismo, una pérdida mayor se espera para 2017, según explicó la FIFA, que además presentará más transparencia en sus cuentas ya que se incluirán por primera vez los ingresos por derechos de televisión y patrocinios correspondientes a la organización de torneos.
El año clave para la FIFA será 2018. Con la celebración de la Copa del Mundo en Rusia, se estiman ingresos de casi 1 billón de euros gracias a la venta de los derechos de retransmisión del torneo.
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Eso sí, el organismo presidido por Gianni Infantino tiene un gran reto por delante, ya que de los 34 lotes de patrocinio que tiene preparados para el Mundial, todavía no ha sido capaz de adjudicar 24 a falta de 14 meses para el pitido inicial.
Los gastos de la FIFA en 2016 incluyeron facturas de más de 47 millones de euros en las investigaciones federales llevadas a cabo por Estados Unidos y Suiza por mala gestión y corrupción de los líderes del fútbol internacional. El gasto en el ámbito de legal en 2015 fue muy inferior, concretamente de 19 millones.
El objetivo de la FIFA es dar un vuelco a su situación económica en el ciclo de cuatro años que comienza con el Mundial de Rusia 2018. Sus ganancias previstas para ese ciclo son de 5,23 billones de euros, la mayor parte procedentes de la venta de derechos televisivos y de contratos de patrocinios.
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