Final femenina del US Open, una revancha entre Kerber y Pliskova

La final femenina este sábado del Abierto de tenis de Estados Unidos será una revancha entre la nueva número uno mundial, la alemana Angelique Kerber, y la checa Karolina Pliskova, una chica de 24 años que viene de derrotar a la diva estadounidense Serena Williams.

Pliskova, undécima de la WTA, puede ufanarse de haber vencido este año y en menos de un mes a las dos primeras jerarcas del ránking mundial.

A principios de septiembre se impuso a Kerber en Cincinnati con fáciles marcadores de 6-3 y 6-1 y le privó de desbancar a Serena Williams de la cima del escalafón mundial.

La noche del jueves, en semifinales del US Open, superó 6-2, 7-6 (7/5) a Serena, bajándola del trono de la WTA, además de cortarle el camino a su 23 título en un torneo de Gran Slam y de acabar con su dominio de 187 semanas consecutivas el listado de privilegio del tenis femenino.

La victoria de Pliskova sobre Serena propulsó a Kerber al número uno del ranking.

"Está claro que ella tiene mucha confianza", dijo Kerber sobre la checa, que hasta este Abierto neoyorquino nunca había ido más allá de la tercera ronda de un torneo de Gran Slam en 17 intentos anteriores.

"Con la victoria sobre Serena sé que va a ser mentalmente para mí también muy difícil, porque ella sabe que ganó contra mí hace unas semanas", aseguró la alemana, de 28 años.

"Pero al final, sé cómo estaba jugando en Cincinnati, y sé lo que hay que cambiar para ganar para tomar mi venganza", afirmó Kerber, una competidora terrible en la cancha.

La alemana es sólo la quinta jugadora en llegar a tres finales de Gran Slam en un año. La última en hacerlo fue Martina Hingis en 1997.

Pliskova, una fornida atleta de 1,86 m de estatura, asegura que después de lo que ha logrado "no tengo nada que perder".

"Estoy muy contenta de estar en la final y haber vencido a Serena ya que ella es una gran campeona", añadió.

Ella podría estar en un terreno desconocido en la segunda semana de un Gran Slam, pero ante Kerber pisa un terreno más que conocido, luego de los siete partidos que han jugado en el circuito de la WTA.

Kerber lleva ventaja de 4-3 en los enfrentamientos particulares, pero eso no le quita arrestos a Pliskova.

"Hemos jugado un montón de veces. He perdido con ella y le he ganado. Sea lo que sea, no tengo nada que perder", señaló la checa.

"Esto es una final de un Gran Slam, así que cualquier cosa es posible", aseguró la checa, cuarta jugadora en la historia en vencer tanto a Serena como a Venus Williams en el mismo torneo de Gran Slam.

A Venus la derrotó en octavos de final por 4-6, 6-4, 7-6 (7/3) en un choque donde impuso su mejor arma: un formidable saque, no tan rápido, pero bien colocado, que la mantiene como líder del circuito en ases este año.

La joven checa sabe que su principal enemigo el sábado pueden ser sus nervios, pero ha mostrado temple al resistir con entereza la hostilidad del público en los partidos contra Venus y Serena.

"Por supuesto, probablemente habrá nervios de ambos lados, pero las dos tenemos una buena oportunidad de ganar", aseveró.

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