Guilherme, un toque de samba en la selección rusa

Mientras la Seleçao disputa en Estados Unidos la Copa América Centenario, el arquero Guilherme Marinato, nacido en Brasil pero nacionalizado ruso el pasado año, se prepara para vivir la experiencia de su primera Eurocopa, donde su equipo debuta el sábado ante Inglaterra en Marsella.

Tendrá que conformarse en principio con ver el choque desde fuera, con Igor Akinfeev, una institución en la selección de Rusia y en el CSKA Moscú, con tres Eurocopas disputadas ya a sus espaldas, como titular.

Pero Guilherme está pudiendo disfrutar de este momento, uno de los más especiales de su carrera.

Tras destacar en el Atlético Paranaense en su país, Guilherme Alvim Marinato, nacido hace 30 años en Cataguases (Minas Gerais), vive desde 2007 en Rusia, donde juega desde entonces en el Lokomotiv de Moscú.

Los principios, con el poco habitual número 85, no fueron fáciles y apenas jugó, pero poco a poco fue convirtiéndose en uno de los arqueros de referencia en el fútbol ruso.

Hasta el punto de que Rusia, un país con tradición en ese puesto, se propuso contar con él para el equipo nacional.

Guilherme obtuvo la nacionalidad en noviembre de 2015 y ya fue llamado para los amistosos internacionales de marzo ante Lituania y Francia.

Contra los lituanos firmó su debut, el pasado 26 de marzo en el Otkrytiye Arena, sustituyendo a Stanislav Kritsyuk en un partido en el que los rusos ganaron 3-0.

Hizo historia convirtiéndose en el primer jugador nacionalizado de fuera de la antigua Unión Soviética en vestir los colores del equipo ruso.

El día que conoció su primera convocatoria no pudo ocultar su euforia por haber podido cumplir su objetivo.

"Quiero aprovechar la oportunidad, ayudar al equipo y sentirme ruso. Eso es lo que tengo en el corazón", afirmó a la prensa rusa aquel día.

Guilherme admitió entonces que iba a intentar cantar el himno de Rusia, pero que tenía que estudiar antes para aprenderse la letra.

Las opciones de entrar en el once de Leonid Slutsky se topan de frente con la figura de Akinfeev.

El veterano arquero llegará además con ánimo de revancha, ya que hace dos años en el Mundial de Brasil protagonizó un error importante cuando se le escapó el balón de las manos y recibió un gol que permitió a Corea del Sur empatar 1-1 con Rusia. Su selección no pudo recuperarse de esa decepción y quedó eliminada en la fase de grupos, quedando por detrás de Bélgica y Argelia.

Pero más allá de ese mal recuerdo, Akinfeev tiene unos números que asustan: semifinalista con Rusia en la Eurocopa-2008, con el CSKA Moscú ha ganado seis ligas de Rusia -incluida la última edición- y otras seis Copas de Rusia.

Slutsky le conoce bien, ya que compatibiliza el puesto de seleccionador con el de entrenador del CSKA Moscú.

Pese a ser ruso desde hace menos de un año, Guilherme es un pionero que ya tiene un seguidor: el alemán Roman Neustädter fue nacionalizado poco antes de la Eurocopa.

Neustädter nació hace 28 años en Dnipropetrovsk, actual Ucrania y entonces parte de la Unión Soviética, con un padre germano-kazajo. Desde niño vive en Alemania y juega en el Schalke 04, pero eso no le impidió aceptar la oferta rusa y proceder a su nacionalización el pasado mes para estar en esta Eurocopa.

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