Hinchas croatas amenazan con interrumpir también el partido contra España

Los hinchas radicales croatas que obligaron a interrumpir el partido contra la República Checa durante unos minutos, amenazas también con boicotear el encuentro contra España del próximo martes.

La Federación Croata (HNS) acusó al grupo de aficionados radicales del Hajduk Split, la 'Torcida', de estar detrás de los incidentes en Saint Etienne, algo que fue calificado de "falso e infundado" por parte de los hinchas.

Sin embargo, en su página de Facebook la 'Torcida Split 1950' publicó este domingo un plano del estadio de Burdeos, que acogerá el partido contra España, con unas flechas de colores que podrían indicar en qué sectores lanzar de nuevo bengalas o algún otro tipo de acción, como una 'invasión' del terreno de juego.

El mensaje está acompañado de varios comentarios críticos con el grupo, pero ya cuenta con 40.000 "me gusta".

La 'Torcida' y sus rivales del Dínamo de Zagreb, los 'Bad Blue Boys' habían anunciado su intención de alterar el normal desarrollo del partido ante la República Checa como acción contra la HNS, a la que están enfrentadas desde que la preside Davor Suker, el exídolo del país al que consideran alguien muy cercano al expresidente del Dínamo, el controvertido Zdravko Mamic, al que acusan de haber utilizado el fútbol en beneficio propio.

En el minuto 86 del partido contra los checos, ultras croatas lanzaron al menos una docena de bengalas y varios petardos, lo que obligó al árbitro inglés Mark Clattenburg a detener el encuentro durante cinco minutos.

Tras la reanudación, la República Checa logró en el descuento un empata (2-2) que impidió la clasificación matemática para los octavos de los croatas, al menos de momento.

Esos graves incidentes, por lo que la Federación Croata (HNS) será sancionada este lunes por la UEFA, llevaron a la presidenta del país Kolinda Grabar-Kitarovic a calificar a los seguidores de "enemigos de Croacia".

La HNS aseguró que tanto la UEFA como la policía francesa habían sido advertidas de la intención de los hooligans de interrumpir el partido.

En Saint Etienne hubo unos 8.000 seguidores croatas. Antes del partido, la policía detuvo a dos de ellos, uno por llevar bengalas y el otro por robar entradas.

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