Hungría vuelve a la escena internacional tras sus gloriosos años 50

Ausente de la Eurocopa desde 1972, año en que terminó tercero, Hungría vuelve por la puerta pequeña. Tercero de su grupo en la fase de clasificación (4 victorias, 4 empates, 2 derrotas), logró la clasificación en la repesca contra Noruega (1-0, 2-1).

Tratará de clasificar a octavos en un grupo F frente a los favoritos portugueses y a los sólidos austríacos e islandeses, aunque está a años luz de su mítico equipo de los años 1950.

Tras sustituir de forma acelerada a Pal Dardai, fichado por el Hertha Berlín en julio de 2015, el técnico alemán Bernd Storck, de 53 años, continuó modelando el equipo a la alemana, una labor iniciada por su predecesor.

Para ello ha implantado rigor colectivo y contragolpes. El exdefensa del Borussia Dortmund dio oportunidad a debutantes como Adam Nagy o Laszlo Kleinheisler, apoyándose en pilares como Balázs Dzsudzsák o el guardameta Gabor Kiraly (40 años), el jugador más viejo clasificado para una Eurocopa.

Exgoleador en el PSV Eindhoven, con el que firmó cuando tenía 21 años en 2008, la principal esperanza del fútbol húngaro, Balázs Dzsudzsák, vio su brillo bajar tras dejarse atraer por el dinero que le ofreció el Anzhi Makhachkala (Rusia) en 2011.

Tras un paso poco convincente por el Dynamo de Moscú, calienta banquillo en el equipo turco Bursaspor, aunque sigue siendo peligroso en las jugadas a balón parado. Pero para muchos aficionados, la estrella es el portero Kiraly.

Su punto fuerte es una organización inspirada en el modelo alemán, un centro del campo apto para proyectarse ofensivamente y una capacidad a lograr empates cuando el rival es superior. A ello se añade una verdadera gana de superar cuatro décadas de sequía.

Las cualidades técnicas limitadas de una parte de sus jugadores y una total ausencia de experiencia en las grandes citas.

Ningún jugador es titular en un gran campeonato y solo dos lo han sido en su carrera: Kiraly (Crystal Palace y Hertha Berlín) y el centrocampista Zoltan Gera, que estuvo en el West Bromwich.

La última aparición de Hungría en una competición importante se remonta al Mundial-1986 (eliminación en primera ronda).