Inglaterra se deja la victoria en el descuento ante Rusia (1-1)

Inglaterra arrancó en la Eurocopa de Francia-2016 con un empate 1-1 ante Rusia, que consiguió evitar la derrota en el descuento final, este sábado en Marsella, en una jornada marcada por los graves disturbios provocados por 'hooligans' unas horas antes, con 35 heridos, uno de ellos un hincha inglés en estado crítico.

En medio de ese clima de tensión y preocupación, ingleses y rusos quedan con un punto en un grupo B que lidera Gales, que había superado 2-1 a Eslovaquia en Burdeos.

Eric Dier había adelantado a los ingleses en el 73 de falta directa, pero cuando su equipo casi celebraba la victoria Rusia firmó el 1-1 definitivo en el descuento final, por medio del capitán Vasili Berezutski, a quien la UEFA en un primer momento no le había atribuido el tanto y sí a Denis Glushakov (90+2), quien parecía empujarla sobre la línea.

"Como pueden imaginar, tengo el mismo sentimiento que todos los jugadores. Estamos muy pero muy decepcionados. Estábamos muy cerca de una victoria merecida y al final es muy difícil aceptarlo. Pero esto es parte del fútbol", dijo el seleccionador inglés Roy Hodgson.

Inglaterra no pudo empezar con buen pie, con era su objetivo, en una edición a la que llega soñando con conquistar un gran título cincuenta años después del Mundial ganado en casa en 1966.

La joven generación inglesa cortó su dinámica de victorias: en las eliminatorias para este torneo habían hecho pleno con diez triunfos y ganaron también los tres amistosos de las semanas previas a esta Eurocopa.

El recuerdo del naufragio en el Mundial-2014, con una eliminación en la primera fase, sigue todavía fresco para los ingleses, que entonces cayeron en su primer partido frente a Italia (2-1), lo que les añadió una gran dosis de presión. Este empate no invita a la tranquilidad.

Rusia, por su parte, consigue reforzar su confianza salvando al menos un punto, dentro de su objetivo de poder superar la fase de grupos, algo que no consiguió ni en la Eurocopa-2012 ni en el Mundial-2014.

Desde el principio del partido, Inglaterra quiso dejar clara su intención de ir a por el partido y las ocasiones claras no tardaron en llegar.

Adam Lallana probó en el 7 los reflejos del veterano arquero Igor Afinkeev y en el 9, un pase de cabeza de Dele Alli estuvo a punto de ser rematado en boca de gol por su compañero del Tottenham Harry Kane.

En el 12, Chris Smalling probó suerte con un peligroso remate de cabeza en un saque de esquina y en el 22 Lallana recibió en carrera en la entrada del área y cruzó entre tres rivales, pero su tiro de fue rozando el palo.

El defensa Igor Smolnikov salvó a los rusos en el 24 evitando que Raheem Sterling se quedara solo ante el arquero.

Un disparo de Wayne Rooney que detuvo un atareado Afinkeev (35) fue otro de los intentos repetidos de una Inglaterra inspirada.

Los rusos sólo llegaron con cierto peligro con un balón colgado que conectó Sergei Ignashevich de cabeza, que detuvo bien Joe Hart.

En la segunda mitad, Rusia cambió su cara y empezó a plantar batalla.

La gran ocasión rusa la tuvo Fedor Smolov, con un disparo con mucha intención desde la frontal del área, que se perdió fuera por muy poco (63).

En el 71, Inglaterra había tenido una clarísima doble ocasión, cuando Wayne Rooney, casi desde la frontal del área, envió un potente disparo que repelió primero el arquero Igor Akinfeev y luego el larguero. El rechace terminó en Adam Lallana, que probó con poco ángulo y envió al palo.

Eric Dier, con su gol de falta directa, parecía poner a Inglaterra en el camino de la victoria (73).

Pero sólo era un espejismo: en el 90+2, un balón colgado al área fue rematado de cabeza por Berezutski para el 1-1 definitivo.

"Mis jugadores salvaron el partido, lucharon hasta el final. Inglaterra ha dominado, pero pudimos contener sus ataques, que eran muy peligrosos. Mi equipo probablemente jugó al máximo de sus posibilidades y quiero agradecérselo a mis jugadores", dijo el DT ruso Leonid Slutski.

Al término del partido, cuando los jugadores se retiraban, hubo pequeñas peleas entre hinchas de ambos equipos en las gradas, rápidamente controladas, pero que siguieron estirando el clima de tensión que reinó durante toda la jornada en Marsella.

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