Con extradición de Julio Rocha, no queda en Suiza ningún exdirigente de FIFA

Con la extradición este miércoles a Estados Unidos de Julio Rocha, expresidente de la Federación Nicaragüense de Fútbol (Fenifut), ya no queda en Suiza ninguno de los dirigentes de la FIFA detenidos en el marco del mayor escándalo de corrupción que ha sacudido a la institución futbolística en el último año.

Rocha era el último que quedaba detenido en Suiza de los primeros siete exdirigentes futbolísticos detenidos en mayo de 2015, en las vísperas del congreso electivo de la FIFA.

Los otros seis fueron ya habían sido extraditados a Estados Unidos (Jeffrey Webb, José María Marín, Rafael Esquivel, Eduardo Li y Costas Takkas) o a su país de origen (Eugenio Figueredo a Uruguay).

Otros dos exdirigentes del fútbol americano, Juan Ángel Napout y Alfredo Hawit, fueron arrestados en diciembre en Zúrich y entregados también a la justicia estadounidense.

Este miércoles, a través de un comunicado, la Oficina Federal de la Justicia (el ministerio de Justicia suizo) anunció que "Julio Rocha, expresidente de la Federación Nicaragüense de Fútbol, fue extraditado hoy hacia los Estados Unidos".

Rocha, que fue escoltado por dos policías norteamericanos en el vuelo de Zúrich a Nueva York, era el último de los nueve exdirigentes de la FIFA detenidos en Suiza, a petición de la justicia estadounidense, que permanecía encarcelado en el país centroeuropeo.

El exdirigente nicaragüense había aceptado la extradición a su país, que también le acusaba de los delitos de lavado de dinero y enriquecimiento ilícito, pero se oponía a su expulsión a Estados Unidos, cuya justicia le acusa de haber aceptado sobornos de una empresa de márketing durante el proceso de venta de los partidos de clasificación para el Mundial cuando era el presidente de la Fenifut en 2011.

El pasado 9 de mayo, la justicia suiza rechazó el último recurso de Rocha y decidió su extradición a Estados Unidos.

Julio Rocha fue uno de los primeros siete detenidos en Zúrich en una operación contra la corrupción en el fútbol conocida como 'FIFAGate', que provocó una profunda crisis en la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), que se encontraba en vísperas de un Congreso electivo.

Joseph Blatter ganó aquellas elecciones presidenciales, en mitad de la tormenta mediática, pero apenas unos días más tarde anunció su marcha y la convocatoria de otro Congreso para elegir un sucesor, que tuvo lugar el 26 de febrero de este año con el suizo-italiano Gianni Infantino como vencedor.

Este escándalo ha supuesto un verdadero sismo en todo el fútbol americano, ya que los tres últimos presidentes de la Conmebol (Nicolás Leoz, Eugenio Figueredo, Juan Ángel Napout) así cómo tres hombres que dirigieron la Concacaf en los últimos años (Jack Warner, Jeffrey Webb, Alfredo Hawit) se vieron inmersos en un huracán judicial que hizo temblar los despachos del fútbol de toda América, con casi cuarenta individuos imputados, muchos de ellos presidentes o expresidentes de Federaciones nacionales, además de dos empresas.

Las dos confedereraciones que dirigen el fútbol en el continente americano han tenido en los últimos meses que afrontar relevos en sus cúpulas y medidas para recuperar la confianza y la credibilidad, al tiempo que tenían que organizar la Copa América del Centenario, que se disputará en junio en Estados Unidos y que se espera que sea un escaparate futbolístico que haga olvidar la pesadilla del último año.

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