Maya Dirado, un oro que suena a tango

Como su hermana no podía decir Madeleine, se quedó Maya... Y fue así que la llamaron al podio: Maya Dirado, hija de un argentino y dueña de un oro en su primera y última Olimpíada.

Abandona la villa con dos oros, una plata y un bronce, suficiente para verlas en la vitrina de casa todos los días cuando vaya a trabajar con analista de negocios en la firma McKinsey.

"Me han dado mucho apoyo en la cruzada olímpica, tengo correos de personas de todo el país que trabajan en McKinsey, dándome ánimos, así que estoy muy emocionada de trabajar con ellos. Ya ellos me dejaron atrasar mi inicio lo suficiente y creo que salir en los más alto es la mejor manera de poner fin a mi carrera de nadadora", expresó.

Su padre Rubén es hijo de inmigrantes que se instalaron en Argentina, aunque poco más se sabe de su vida.

Dirado disputó dos Mundiales con un sólo podio individual en 2015: plata en 400m combinados.

La joven nadadora se graduó de ingeniería de negocios en Stanford, donde nadó y conoció a su esposo, el exnadador Rob Andrews.

Ha dicho que fue Andrews quien la mantuvo calmada para enfrentar el reto olímpico en Rio, con el que cierra una ciclo que comenzó cuando tenía seis años.

"Lloro cada cinco minutos cuando proceso esto, mal puedo esperar para celebrar", expresó.

jt/ol

Mostrar comentarios