La jugadora española Nerea Pena reconoció que la extraña situación con su rodillera, prohibida de inicio por la Federación Internacional de Balonmano (IHF) y que tuvo que modificar para jugar este lunes ante Noruega, le había "trastornado sobre todo a nivel emocional"
"He podido jugar. La hemos adaptado a las normas que exigía la IHF, pero acolchada en las zonas metálicas", apuntó Pena al micrófono de 'Radio Marca', donde confesó que, tras no poder jugar la segunda parte ante Montenegro por esta situación, estaba inquieta. "La situación me ha trastornado sobre todo a nivel emocional porque estaba nerviosa", añadió.
Sobre la derrota ante Noruega, la navarro indicó que no estuvieron a su "nivel" y que su rival les había pasado "por encima". "Ha sido un problema nuestro. Creo que hemos tenido bajones importantes en momentos importantes y se han escapado en pequeñas rachas", admitió.
"Nos hemos bloqueado y no hemos sabido que hacer en el plano ofensivo y defensivo y ha sido una pena. Hemos estado luchando en un partido superduro y en el que hemos estado intensas, pero esos altibajos nos condicionan. Hemos podido recortar, pero eran muchos goles", comentó.
Ahora, se deberán medir a la anfitriona Brasil, a una hora poco habitual (9.30 horas). "Tendremos que adaptarnos y descansar bien durante la tarde para recuperar fuerzas", apuntó. "A priori es el rival al que más miedo tenemos, pero Angola ha ganado a Rumanía y no sabemos que va a pasar. Todos están con posibilidades, pero estos son unos Juegos y todos los partidos son finales. Si ganamos será un subidón enorme de moral y si lo hacemos perfecto, de ahí para arriba", sentenció.
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